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Lluvias dan respiro a Monterrey, pero la contaminación regresa por la tarde

La ciudad de Monterrey amaneció con un alivio temporal en la calidad del aire gracias a las lluvias que barrieron contaminantes durante la mañana de este miércoles. Las precipitaciones, acompañadas de tormentas eléctricas, limpiaron el ambiente en la zona metropolitana, dejando un cielo más claro y condiciones favorables para respirar, según el Sistema Integral de Monitoreo Ambiental.
El reporte matutino del SIMA mostró que 12 de las 15 estaciones de monitoreo registraron una calidad del aire “buena”, con niveles bajos de partículas contaminantes. Municipios como San Pedro, Apodaca y el centro de Monterrey destacaron por tener condiciones aceptables, un cambio bienvenido tras semanas de calor intenso y contaminación persistente.
Sin embargo, la mejora no duró. Hacia la tarde, el panorama cambió drásticamente. Las estaciones de monitoreo comenzaron a registrar un aumento en las partículas PM10 y PM2.5, especialmente en zonas como San Nicolás y el Obispado, donde los niveles alcanzaron rangos de riesgo moderado a alto.
La refinería de Pemex en Cadereyta, señalada en múltiples ocasiones por las autoridades estatales, volvió a ser un factor clave. Los vientos provenientes del sureste desplazaron emisiones contaminantes hacia otros municipios, empeorando la calidad del aire en la región metropolitana.
El pronóstico meteorológico no ayudó a mantener las condiciones favorables. Aunque las lluvias continuaron de forma intermitente, la humedad y la falta de vientos fuertes permitieron que los contaminantes se acumularan nuevamente, anulando los beneficios de la mañana.
Protección Civil de Nuevo León advirtió sobre la posibilidad de más precipitaciones en los próximos días, pero también destacó la necesidad de mantener limpios los sistemas de drenaje para evitar inundaciones. Las autoridades recomendaron a la población tomar precauciones, como evitar actividades al aire libre durante las horas de mayor contaminación.
La situación refleja un problema persistente en Monterrey: la contaminación no da tregua. A pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad del aire, factores como la actividad industrial y el tráfico vehicular siguen afectando la salud de los regiomontanos, especialmente a grupos vulnerables como niños y adultos mayores.
Este vaivén en la calidad del aire pone en evidencia los retos ambientales que enfrenta Nuevo León. Las lluvias ofrecen un alivio momentáneo, pero la lucha contra la contaminación requiere soluciones de fondo, más allá de depender del clima para limpiar el cielo de Monterrey.

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