La inflación en México sigue al alza y en las primeras semanas de mayo alcanzó un preocupante 4.22% anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este repunte, registrado en la primera quincena del mes, marca el cuarto mes consecutivo de incrementos, encendiendo las alarmas sobre el impacto en el bolsillo de los mexicanos.
El aumento en los precios se sintió con fuerza en productos esenciales de la canasta básica, especialmente en alimentos como el huevo, la carne de res y algunas frutas y verduras. El huevo, un alimento clave en la dieta mexicana, registró un alza significativa, mientras que la carne de res y el aguacate también vieron incrementos que afectan directamente el gasto de las familias.
Aunque la inflación general se mantiene dentro del rango meta del Banco de México (Banxico), que busca un 3% con un margen de un punto porcentual, el dato de mayo refleja una presión constante en los costos de bienes y servicios. La inflación subyacente, que excluye productos volátiles como alimentos y energéticos, también mostró un incremento, situándose en 4.05% anual.
Entre los factores que impulsan esta tendencia están los costos de producción y distribución, así como la demanda estacional de ciertos productos. Por ejemplo, el aguacate, un producto emblemático de México, ha visto un aumento del 7.2% en su precio en el último mes, lo que resiente el presupuesto de los hogares.
Por otro lado, algunos productos como la gasolina de bajo octanaje y ciertas verduras, como la cebolla, registraron ligeras bajas en sus precios, ofreciendo un pequeño alivio a los consumidores. Sin embargo, estos descensos no logran compensar el impacto de los incrementos en alimentos básicos y servicios.
El Banco de México enfrenta un panorama complicado, ya que, pese a las recientes bajas en la tasa de interés, la inflación no cede. En su última reunión, Banxico recortó la tasa de fondeo a 10%, pero expertos advierten que la presión inflacionaria podría limitar recortes más agresivos en el futuro.
El panorama económico se ve aún más incierto debido a factores externos, como las políticas comerciales de Estados Unidos y la posible imposición de aranceles, que podrían encarecer aún más los productos importados y elevar los costos en México. Esto preocupa a analistas, quienes anticipan un 2025 con retos para controlar la inflación.
Para los mexicanos, el aumento de precios representa un desafío diario, especialmente para quienes destinan gran parte de sus ingresos a alimentos y servicios básicos. Productos como el huevo y la carne, fundamentales en la mesa, se han convertido en un lujo para muchos hogares.
A pesar de las medidas del gobierno para estabilizar los precios, como acuerdos con productores y distribuidores, los resultados aún no son suficientes para frenar la escalada inflacionaria. El Inegi continuará monitoreando los precios, y los próximos datos serán clave para entender si esta tendencia persiste.
El impacto de la inflación no es uniforme en el país. Estados como Durango y Guerrero reportan tasas más altas, superando el 4.5% anual, mientras que regiones como Baja California Sur muestran niveles más bajos, lo que refleja las disparidades económicas en México.

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Inflación en México no da tregua: ¡Se dispara al 4.22% en mayo!
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