El Instituto Nacional Electoral (INE) ha anunciado que los primeros resultados de la elección judicial, programada para el 1 de junio de 2025, no estarán disponibles hasta el lunes 2 de junio. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, explicó que el proceso de cómputo comenzará inmediatamente después del cierre de casillas, pero no se ofrecerán resultados preliminares la misma noche de la jornada electoral. Este retraso genera incertidumbre en un proceso inédito que busca renovar cargos clave en el Poder Judicial.
A diferencia de elecciones anteriores, el INE no implementará el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) ni realizará conteos rápidos debido a limitaciones presupuestales. Taddei señaló que los cómputos distritales iniciarán el mismo 1 de junio, algo nunca antes visto en la historia del instituto. Este cambio responde a la complejidad de elegir 881 cargos federales, incluyendo ministros de la Suprema Corte, magistrados y jueces de distrito.
La elección judicial del 1 de junio involucra a casi 100 millones de votantes que decidirán sobre nueve boletas para renovar el Poder Judicial. Entre los cargos en disputa están nueve ministerios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cinco magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial y posiciones en el Tribunal Electoral. La magnitud del proceso requiere un escrutinio detallado, lo que explica la demora en los resultados oficiales.
Guadalupe Taddei precisó que entre las 10:30 y 10:40 de la noche del 1 de junio, el INE dará un informe inicial sobre el avance de los cómputos en una cadena nacional. Sin embargo, este reporte solo mostrará un porcentaje parcial de las actas computadas, no resultados definitivos. La falta de un conteo rápido, como se planteó inicialmente, ha generado críticas sobre la transparencia y agilidad del proceso.
El INE estima que los cómputos oficiales podrían tomar hasta 10 días, del 1 al 10 de junio, para completarse. Durante este periodo, los consejos distritales trabajarán en el escrutinio de los votos, incluyendo el voto anticipado de más de 5,500 ciudadanos, principalmente personas con discapacidad o limitaciones de movilidad. Este mecanismo busca garantizar la participación de todos los sectores de la población.
La ausencia de resultados inmediatos ha levantado cuestionamientos sobre la capacidad del INE para manejar un proceso de esta envergadura. Algunos sectores han señalado que la falta de presupuesto y la premura con la que se organizó la elección judicial podrían afectar la confianza en los resultados. La presidenta del INE defendió el proceso, asegurando que se priorizará la certeza en cada etapa.
Además, el INE enfrenta presiones adicionales tras las críticas de Morena y sus aliados, quienes han acusado al instituto de no promover suficientemente la participación ciudadana. Por otro lado, la oposición ha calificado la elección como una maniobra para consolidar el control del oficialismo sobre el Poder Judicial, lo que añade un trasfondo político al proceso.
La elección del 1 de junio marcará un hito en la historia de México al ser la primera vez que los ciudadanos eligen directamente a jueces y magistrados. Sin embargo, la espera de hasta 10 días para conocer los resultados finales plantea retos para mantener la confianza en un sistema que busca fortalecer la democracia judicial. Los ojos estarán puestos en el INE durante los próximos días para evaluar cómo manejará este desafío sin precedentes.