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Fernández Noroña en el ojo del huracán por atacar a ciudadanos desde el Senado

El senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, enfrenta duras críticas tras un nuevo escándalo que lo señala por utilizar su posición para atacar a ciudadanos. La controversia surge luego de que obligara a un abogado a disculparse públicamente por un altercado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un hecho que ha desatado cuestionamientos sobre el abuso de poder.
El incidente ocurrió en septiembre de 2024, cuando Fernández Noroña denunció haber sido agredido física y verbalmente por el abogado Carlos Velázquez de León en una sala VIP del aeropuerto. Según el senador, el hombre le arrebató su celular e intentó borrar un video, lo que desencadenó una denuncia formal por parte del área jurídica del Senado. Sin embargo, lo que parecía un caso de defensa personal se convirtió en una polémica por la forma en que Noroña manejó la situación.
El abogado, tras la presión del Senado, ofreció una disculpa pública en mayo de 2025, un acto que muchos consideran una humillación orquestada por el senador. Críticos aseguran que Fernández Noroña utilizó los recursos de la Cámara Alta como si fuera su tribunal personal, exigiendo la disculpa para evitar una demanda. Este episodio ha generado un debate sobre los límites del poder de los legisladores.
El diputado Jorge Soto, del Partido Acción Nacional, presentó un exhorto en el Congreso del Estado para condenar las acciones de Noroña. Según Soto, el senador no solo humilló al ciudadano, sino que mostró un comportamiento autoritario que desprecia la crítica y busca silenciar a quienes lo cuestionan. Las acusaciones van más allá, señalando que este incidente refleja una actitud recurrente en el senador de Morena.
No es la primera vez que Fernández Noroña está en el centro de la controversia. En el pasado, ha sido acusado de realizar comentarios misóginos y de enfrentarse a ciudadanos y periodistas que lo cuestionan. Organismos como el Instituto Nacional Electoral han sancionado al senador por violencia política de género, lo que añade peso a las críticas sobre su conducta.
El exhorto presentado por Soto subraya que la libertad de expresión es un pilar fundamental de la democracia. Según el legislador, el comportamiento de Noroña representa una amenaza a este derecho, al utilizar su cargo para intimidar a ciudadanos que expresan opiniones contrarias. La oposición ha calificado estas acciones como un reflejo de una izquierda autoritaria que busca controlar el discurso público.
En redes sociales, las reacciones no se han hecho esperar. Usuarios han expresado su indignación, argumentando que Fernández Noroña actúa con prepotencia y utiliza su posición para imponerse sobre los ciudadanos. Otros, sin embargo, defienden al senador, alegando que fue víctima de una agresión y que tenía derecho a defenderse.
Este nuevo capítulo en la trayectoria de Fernández Noroña pone en evidencia las tensiones entre el poder político y los derechos ciudadanos. Mientras el senador continúa siendo una figura polarizante, el debate sobre el uso de las instituciones para fines personales sigue creciendo. La controversia, lejos de apagarse, promete seguir alimentando las críticas hacia su gestión en el Senado.

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