La presidenta Claudia Sheinbaum se atribuyó un supuesto triunfo al anunciar que el Congreso de Estados Unidos redujo de 5% a 3.5% el impuesto propuesto a las remesas enviadas por migrantes. Sin embargo, la mandataria insiste en que el objetivo es eliminar por completo este gravamen, que califica como injusto y discriminatorio. ¿Realmente es un logro o solo un parche temporal?
El impuesto a las remesas, impulsado por legisladores republicanos y respaldado por el gobierno de Donald Trump, ha generado una fuerte controversia. Sheinbaum asegura que la disminución del porcentaje es resultado del trabajo de la delegación mexicana, liderada por el embajador Esteban Moctezuma y el canciller Juan Ramón de la Fuente. Pero, ¿hasta dónde llega el mérito de estas negociaciones?
Las remesas son una fuente vital para millones de familias mexicanas. En 2024, México recibió 64 mil 700 millones de dólares, equivalentes al 3.5% del PIB nacional. Estados como Michoacán, Guanajuato y Jalisco dependen en gran medida de estos recursos, que representan más del 20% del ingreso familiar en muchas comunidades. Un impuesto, aunque sea del 3.5%, podría golpear duramente a los más vulnerables.
Sheinbaum argumenta que este gravamen viola el tratado bilateral entre México y Estados Unidos para evitar la doble tributación, firmado en 1994. Según la presidenta, los migrantes mexicanos ya pagan impuestos en Estados Unidos, independientemente de su estatus migratorio. Imponer un nuevo tributo sería, en sus palabras, una medida discriminatoria que castiga a quienes menos tienen.
El gobierno mexicano ha desplegado una estrategia diplomática para frenar esta iniciativa. Además de las reuniones de Moctezuma con congresistas estadounidenses, una comisión de senadores mexicanos, encabezada por el canciller De la Fuente, viajará a Estados Unidos para dialogar con legisladores republicanos y demócratas. La lista incluye a figuras de Morena, PRI, Movimiento Ciudadano, PAN, PVEM y PT.
La propuesta del impuesto no solo afecta a México, sino a todos los países que reciben remesas desde Estados Unidos, como India, el mayor receptor a nivel global. Sheinbaum destacó que México está buscando coordinarse con otras naciones latinoamericanas para presentar un frente unido contra esta medida. Sin embargo, la falta de resultados concretos pone en duda la efectividad de estas acciones.
La presidenta también hizo un llamado a los migrantes mexicanos en Estados Unidos para que contacten a sus congresistas y expresen su rechazo al impuesto. Según Sheinbaum, la presión de los connacionales fue clave para que 24 legisladores estadounidenses votaran en contra de la propuesta original del 5%. Pero, ¿es suficiente pedir cartas y correos cuando el impuesto ya fue aprobado en una cámara?
A pesar de la reducción, el gobierno de Sheinbaum insiste en que no descansará hasta eliminar por completo el gravamen. La mandataria subrayó que este impuesto no solo afecta a las familias mexicanas, sino también a la economía estadounidense, ya que los migrantes podrían reducir su consumo en aquel país para compensar el costo adicional. ¿Podrá el gobierno mexicano revertir esta medida?
El debate sobre las remesas apenas comienza. La propuesta ahora pasará al Senado de Estados Unidos, donde se espera una nueva batalla legislativa. Mientras tanto, millones de familias mexicanas permanecen en la incertidumbre, esperando que las promesas de Sheinbaum se traduzcan en resultados reales. ¿Será esta otra batalla perdida para el gobierno de Morena?

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¡ESCÁNDALO EN LA RELACIÓN CON EU! SHEINBAUM CELEBRA REDUCCIÓN DE IMPUESTO A REMESAS, PERO NO ES SUFICIENTE
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