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El Papa León XIV llama a una Iglesia misionera por la paz mundial

En un mundo marcado por conflictos y divisiones, el Papa León XIV hizo un poderoso llamado a construir una Iglesia misionera que promueva una paz verdadera y duradera. Durante su audiencia en la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias, el pontífice estadounidense instó a los fieles a llevar el mensaje evangélico del amor de Dios a todos los rincones del planeta.
León XIV, quien pasó casi cuatro décadas como misionero en Perú, destacó la importancia de las misiones para fortalecer la fe y apoyar a las comunidades cristianas más jóvenes. Según sus palabras, estas misiones son el principal medio para despertar la responsabilidad misionera entre los bautizados y sostener a las iglesias en crecimiento.
El Papa subrayó que la Iglesia debe abrir sus brazos al mundo, sin cerrarse en pequeños grupos ni sentirse superior. Citando su homilía del 18 de mayo, afirmó que la Iglesia debe convertirse en un fermento de concordia para la humanidad, promoviendo la unidad y la reconciliación en un mundo herido por la guerra, la violencia y la injusticia.
En su mensaje, León XIV también hizo eco de las palabras de su predecesor, el Papa Francisco, al señalar que la paz verdadera es posible porque Cristo venció la conflictividad del mundo. Este enfoque, dijo, debe inspirar a los creyentes a llevar el evangelio a todas las criaturas, fomentando un espíritu de discipulado misionero.
El pontífice destacó la urgencia de renovar el celo apostólico, un principio que, según él, sigue siendo esencial desde el Concilio Vaticano II. En un mundo donde la injusticia y la violencia persisten, la Iglesia debe ser un faro de esperanza, proclamando el amor de Dios como un mensaje universal.
León XIV agradeció a las Obras Misionales Pontificias por su labor en la promoción de la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra cada año en octubre. Este evento, afirmó, es una oportunidad para reavivar el compromiso misionero de los fieles y fortalecer la comunión entre las comunidades cristianas.
El Papa también hizo un llamado a cultivar una visión de la Iglesia como una comunión de creyentes, donde todos los bautizados trabajen juntos por la evangelización. Esta misión, aseguró, debe ser universal, abrazando a todas las culturas y pueblos sin distinción.
Con un mensaje claro y esperanzador, León XIV instó a los católicos a no temer los desafíos del mundo actual. La Iglesia, dijo, debe ser un puente de diálogo y amor, abierta a todos aquellos que buscan la paz y la justicia en un mundo necesitado de reconciliación.
El pontífice, quien también tiene nacionalidad peruana, recordó su experiencia personal como misionero, lo que le permitió constatar la importancia de una Iglesia que sale al encuentro de los demás. Su visión, profundamente arraigada en la caridad, busca inspirar a los fieles a construir un mundo más unido y pacífico.
León XIV concluyó su discurso reafirmando el papel de las Obras Misionales Pontificias como un motor para la misión evangelizadora. Su liderazgo, marcado por la humildad y el compromiso, promete guiar a la Iglesia hacia un futuro de mayor unidad y esperanza.

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