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Descubren un tesoro arqueológico en la selva de Perú: más de 100 estructuras de la cultura Chachapoya

En un hallazgo que está revolucionando la arqueología, investigadores han descubierto más de 100 nuevas estructuras pertenecientes a la misteriosa cultura Chachapoya en el complejo arqueológico Gran Pajatén, ubicado en la selva de San Martín, Perú. Este descubrimiento, el más importante en la región desde la década de 1980, duplica con creces el número de vestigios conocidos en este sitio, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
El Gran Pajatén, escondido en el Parque Nacional Río Abiseo, es un testimonio del ingenio de los Chachapoya, una civilización prehispánica que floreció entre los siglos VII y XVI. Las nuevas estructuras, identificadas gracias a tecnologías avanzadas como el LiDAR, revelan una red de asentamientos interconectados que amplían nuestra comprensión de esta enigmática cultura.
El proyecto, liderado por el arqueólogo Aldo Bolaños y respaldado por el World Monuments Fund, comenzó como una respuesta a la necesidad de preservar las estructuras existentes, amenazadas por las lluvias y la vegetación. Durante las excavaciones, los expertos hallaron 104 construcciones, superando las 26 identificadas en 1966, lo que sugiere que el complejo es comparable en extensión a Machu Picchu.
Estas estructuras incluyen edificios circulares con frisos geométricos, plataformas ceremoniales y sistemas de drenaje ingeniosos, características distintivas de la arquitectura Chachapoya. Además, se encontró una red de caminos que conecta Gran Pajatén con otros sitios cercanos, como La Playa, Papayas y Los Pinchudos, evidenciando una organización urbana sofisticada.
El uso de tecnología LiDAR permitió mapear con precisión la zona, cubierta por una densa vegetación que dificultaba las exploraciones previas. Esta herramienta, combinada con fotogrametría y análisis topográficos, reveló la verdadera magnitud del complejo, mostrando que no es un sitio aislado, sino parte de un entramado de asentamientos prehispánicos.
Los Chachapoya, conocidos como la “gente del bosque nuboso”, construyeron sus ciudades en entornos remotos y montañosos, entre los 2,000 y 3,000 metros de altitud. Su sociedad, organizada en cacicazgos regionales, resistió la expansión inca hasta finales del siglo XV, cuando fueron incorporados al imperio antes de la llegada de los españoles.
La conservación de estas estructuras es un desafío debido al clima húmedo y la vegetación invasora. Los expertos han trabajado en la estabilización de muros y mosaicos, utilizando técnicas que respetan la autenticidad de los materiales originales, como mezclas de arcilla diseñadas específicamente para este propósito.
Este descubrimiento no solo enriquece el conocimiento sobre los Chachapoya, sino que también plantea nuevas preguntas sobre su rol en la región. Los investigadores destacan que el complejo Gran Pajatén era un centro clave en una red de asentamientos, lo que sugiere una sociedad más compleja de lo que se pensaba.
Para acercar este hallazgo al público, el Museo de Arte de Lima presenta una exposición gratuita hasta el 18 de junio. La muestra incluye narrativas digitales y realidad virtual que permiten explorar Gran Pajatén, un sitio de difícil acceso debido a su ubicación remota, que requiere cinco días de travesía.
Este avance arqueológico resalta la riqueza cultural de Perú y la importancia de preservar su patrimonio. Los esfuerzos de conservación y el uso de tecnología moderna están dando nueva vida a la historia de los Chachapoya, un pueblo que sigue sorprendiendo al mundo con su legado.

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