La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México dio un golpe al crimen organizado al detener a cuatro presuntos integrantes del grupo delictivo conocido como “El Charmín”. Las autoridades llevaron a cabo cateos simultáneos en las alcaldías Benito Juárez, Iztacalco y Venustiano Carranza, desmantelando una red dedicada a la venta y distribución de narcóticos.
Entre los detenidos se encuentra Pablo Donaldo Mendoza Cornejo, identificado como el hijo del líder de la célula, conocido como “El Charmín”. Junto a él fueron aprehendidos Luis Alejandro Galicia Herrera, de 33 años, Carlos Javier Herrera Juárez, de 46 años, y Miguel Alfredo Hernández González, de 38 años. Este grupo operaba en la zona centro de la capital, utilizando estrategias para evadir a las autoridades.
El operativo fue resultado de meses de trabajo de inteligencia por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en coordinación con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y la Guardia Nacional. Las investigaciones revelaron que los delincuentes utilizaban una cafetería en la colonia Acacias, en Benito Juárez, como fachada para sus reuniones.
Durante los cateos, las autoridades aseguraron más de 700 dosis de narcóticos, incluyendo 351 dosis de metanfetamina y 349 dosis de cocaína, así como un kilogramo de esta última sustancia. También se confiscaron cinco equipos telefónicos y dos identificaciones oficiales, lo que podría proporcionar más pistas sobre la red criminal.
Las autoridades descubrieron que los integrantes de “El Charmín” se desplazaban entre diferentes alcaldías para almacenar y distribuir droga, utilizando inmuebles estratégicos. Esta movilidad les permitía operar sin levantar sospechas, aunque los patrullajes intensificados por la policía capitalina terminaron por delatarlos.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana señaló que los recorridos, patrullajes y vigilancias fijas y móviles fueron clave para obtener pruebas suficientes. Estas acciones permitieron a un agente del Ministerio Público solicitar y obtener las órdenes de cateo que culminaron en las detenciones.
La detención de estos cuatro individuos representa un nuevo capítulo en la lucha contra la inseguridad en la Ciudad de México. La presencia de grupos delictivos dedicados al narcomenudeo sigue siendo un desafío para las autoridades, que enfrentan una capital donde la violencia parece no dar tregua.
Este operativo se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en la ciudad. Los ciudadanos exigen respuestas efectivas ante el aumento de actividades delictivas, mientras las autoridades prometen no bajar la guardia en su combate contra el crimen organizado.
La cafetería utilizada como punto de reunión por “El Charmín” era solo una de las tácticas de este grupo para pasar desapercibido. Sin embargo, la coordinación entre las fuerzas de seguridad permitió desarticular esta célula, al menos temporalmente, en tres de las alcaldías más importantes de la capital.
La lucha contra el narcomenudeo en la Ciudad de México sigue siendo un reto constante. Operativos como este muestran que las autoridades están activas, pero también evidencian la magnitud del problema de inseguridad que enfrenta la capital del país.