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Cámara de Representantes de EU aprueba el plan fiscal de Trump: impuesto a remesas avanza al Senado

La Cámara de Representantes de Estados Unidos dio un paso crucial al aprobar el ambicioso plan fiscal impulsado por el presidente Donald Trump, que incluye un polémico impuesto del 3.5% a las remesas enviadas al extranjero. Este proyecto, conocido como “El Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, pasó con una votación ajustada y ahora se dirige al Senado, donde enfrentará un nuevo escrutinio.
El plan fiscal busca consolidar las promesas de campaña de Trump, extendiendo los recortes de impuestos implementados en su primer mandato (2017-2021). Además, introduce nuevas exenciones fiscales, como la eliminación de impuestos sobre propinas y pagos de horas extras, así como beneficios para préstamos de autos fabricados en el país y para familias con niños. Sin embargo, el costo de estas medidas ha generado controversia.
Uno de los puntos más debatidos es el impuesto del 3.5% a las remesas, que afectaría a millones de migrantes, incluidos aquellos con residencia permanente o visas temporales. Solo los ciudadanos estadounidenses estarían exentos de este gravamen, que busca recaudar fondos para compensar el déficit generado por los recortes fiscales.
En México, la medida ha desatado una fuerte reacción. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el impuesto como una injusticia y una acción discriminatoria que perjudica a los migrantes mexicanos. Según el Banco de México, las remesas representan una fuente vital de ingresos, con 64,745 millones de dólares recibidos en 2024, siendo el segundo mayor receptor mundial después de la India.
El gobierno mexicano ha intensificado sus esfuerzos para frenar esta iniciativa. El Senado de México envió una comitiva a Washington para reunirse con legisladores estadounidenses y expresar su rechazo, argumentando que el impuesto daña a millones de familias y viola tratados bilaterales que evitan la doble tributación.
La Secretaría de Hacienda, encabezada por Edgar Amador, señaló que las remesas ya están sujetas a impuestos en Estados Unidos, por lo que este nuevo gravamen implicaría una doble tributación. Este argumento se suma a las críticas de que la medida afectaría desproporcionadamente a comunidades vulnerables que dependen de estos envíos.
El proyecto enfrentó resistencia incluso dentro del Partido Republicano. Cuatro legisladores conservadores expresaron preocupaciones por el impacto del plan en el déficit, que podría aumentar la deuda nacional de 36.2 billones de dólares. A pesar de ello, negociaciones de última hora permitieron su aprobación en el Comité de Presupuesto durante una inusual votación dominical.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, celebró el avance como un paso hacia cumplir el mandato de las elecciones recientes. Sin embargo, el camino en el Senado no será fácil, ya que los republicanos enfrentan divisiones internas y la oposición unánime de los demócratas, quienes consideran el proyecto una traición a los trabajadores.
Analistas estiman que, de aprobarse, el impuesto a las remesas podría generar 22 mil millones de dólares entre 2025 y 2034. Para México, esto representaría una pérdida anual de al menos 3,250 millones de dólares, afectando especialmente a estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde las remesas son clave para la economía local.
La discusión ahora se traslada al Senado, donde se esperan más negociaciones. La aprobación final antes del Día de los Caídos, el 26 de mayo, es el objetivo de los republicanos, quienes buscan que Trump firme la ley antes del 4 de julio, Día de la Independencia. El desenlace de esta medida seguirá siendo un tema de atención en ambos lados de la frontera.

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