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Alcalde de Uruapan ordena a policías usar fuerza letal contra delincuentes en Michoacán

En un giro alarmante en la lucha contra la inseguridad, el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ha dado una instrucción contundente a la Policía Municipal: abatir sin contemplaciones a los delincuentes que porten armas, se resistan al arresto o ataquen a la ciudadanía. Esta declaración, hecha tras el asesinato de una trabajadora del ayuntamiento, refleja la creciente desesperación ante la violencia que azota este municipio de Michoacán.
El hecho que desató esta orden ocurrió el 21 de mayo de 2025, cuando una empleada municipal, identificada como Adriana Cerda, fue asesinada a balazos por sujetos en motocicleta frente a una escuela en la colonia Ramón Farías. La tragedia, ocurrida en plena hora de entrada escolar, generó pánico entre padres, niños y docentes, quienes corrieron a resguardarse. Este acto de violencia ha elevado la tensión en Uruapan, una ciudad ya golpeada por el crimen organizado.
Manzo Rodríguez, visiblemente indignado, expresó en una transmisión en vivo que no habrá tolerancia con los criminales. Sus palabras, directas y sin filtros, han generado controversia: “Si hay una persecución y están disparando, hay que abatirlos; si agreden a la ciudadanía, hay que abatirlos. No hay que tener ninguna consideración con esas lacras de la sociedad”. Esta postura marca un rompimiento con la política de “abrazos, no balazos” promovida por el gobierno federal.
El alcalde, quien asumió el cargo en septiembre de 2024 como el primer candidato independiente en ganar la presidencia municipal de Uruapan, ha insistido en que su administración no pactará con grupos delictivos. En su mensaje, aseguró que los recursos de su gobierno son limitados, pero está decidido a combatir a los cárteles que operan en la región, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Viagras y Los Caballeros Templarios, señalados como responsables de extorsiones y asesinatos.
La orden de usar fuerza letal ha desatado un debate intenso. Mientras algunos ciudadanos aplauden la mano dura de Manzo, organizaciones de derechos humanos han alertado sobre el riesgo de abusos policiales y ejecuciones extrajudiciales. Analistas advierten que esta estrategia podría escalar la violencia en un municipio donde los enfrentamientos entre cárteles y autoridades son frecuentes, poniendo en peligro la seguridad de la población.
Además, el edil ha solicitado la intervención del gobierno federal y de la presidenta Claudia Sheinbaum para reforzar las acciones contra el crimen organizado. En su discurso, Manzo Rodríguez dejó claro que no cederá a las presiones de los grupos criminales que, según él, buscan controlar Uruapan. También anunció operativos para revisar motocicletas, el medio de transporte preferido por los sicarios, en un intento de frenar la ola de violencia.
Sin embargo, esta no es la primera controversia en la que se ve envuelto el alcalde. Desde el inicio de su gestión, Manzo ha enfrentado críticas por sus discursos agresivos contra diversos sectores, incluyendo periodistas y extrabajadores municipales, a quienes ha acusado sin pruebas de vínculos con el crimen. Estas declaraciones han generado un clima de tensión en Uruapan, donde la inseguridad no da tregua.
El asesinato de Adriana Cerda no es un caso aislado. Uruapan ha sido escenario de múltiples actos violentos, incluyendo el homicidio del periodista Mauricio Cruz Solís en octubre de 2024, ocurrido minutos después de entrevistar al propio Manzo. Estos eventos han puesto en evidencia la fragilidad de la seguridad en el municipio y la urgencia de una estrategia efectiva para combatir la delincuencia.
La postura de Manzo Rodríguez, aunque apoyada por algunos sectores cansados de la impunidad, plantea serios cuestionamientos sobre el respeto al estado de derecho. La instrucción de abatir a delincuentes sin considerar otras opciones podría derivar en un aumento de la violencia y en enfrentamientos directos con consecuencias impredecibles para la ciudadanía.
Mientras tanto, la población de Uruapan sigue atrapada en un entorno de miedo e incertidumbre. La promesa de un municipio más seguro parece lejana, y las palabras del alcalde, lejos de generar confianza, han encendido una polémica que podría definir el rumbo de su administración en los próximos meses.

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