En Chihuahua, el robo de vehículos sigue siendo un dolor de cabeza para los ciudadanos, y la Fiscalía Zona Centro parece no dar el ancho. A pesar de las promesas de las autoridades, los índices delictivos no ceden, y la ciudadanía exige respuestas claras.
La Fiscalía General del Estado reportó que, en lo que va del 2025, se han registrado cientos de denuncias por robo de automóviles solo en la región centro de Chihuahua. Los delincuentes operan con total impunidad, aprovechando la falta de coordinación entre las autoridades.
En un reciente operativo, la Fiscalía Zona Centro aseguró que intensificará las acciones para frenar este delito. Sin embargo, los resultados son magros: apenas un puñado de detenciones y vehículos recuperados que no representan ni el 10% de los casos reportados.
Los ciudadanos están hartos. Vecinos de colonias como la Centro y la San Felipe han denunciado que los robos ocurren a plena luz del día, sin que las patrullas de la policía estatal o municipal hagan algo al respecto. La desconfianza hacia las autoridades crece.
Fuentes cercanas a la Fiscalía revelan que la falta de recursos y personal capacitado es un problema recurrente. Mientras tanto, las bandas dedicadas al robo de vehículos operan con una organización que parece superar a la de las propias autoridades.
El fiscal de la Zona Centro, Sergio Almaraz, ha prometido resultados en los próximos meses. Sin embargo, su gestión ha sido cuestionada por la falta de avances concretos y por no implementar estrategias efectivas contra el crimen organizado.
La ciudadanía exige que se refuercen los operativos y que haya una mejor coordinación con otras corporaciones. La sensación de inseguridad no solo afecta el patrimonio, sino también la tranquilidad de las familias chihuahuenses.
El robo de vehículos no es solo un delito aislado; muchos de estos autos terminan en el mercado negro o son utilizados para cometer otros crímenes. La Fiscalía parece no tener una estrategia clara para desmantelar estas redes.
Mientras tanto, los habitantes de Chihuahua se organizan en grupos vecinales para proteger sus autos, instalando alarmas y vigilando las calles. La falta de acción gubernamental los ha obligado a tomar medidas por su cuenta.
La presión sobre la Fiscalía Zona Centro crece. Si no hay resultados pronto, la indignación ciudadana podría escalar, dejando en evidencia la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad.