Jim Irsay, propietario de los Indianapolis Colts, murió a los 65 años mientras dormía, según informó el equipo este miércoles. Su partida deja un vacío en la NFL, donde su legado como líder y apasionado del fútbol americano perdurará por generaciones.
Nacido en una familia ligada al deporte, Irsay comenzó su trayectoria como recogepelotas para los Colts, un equipo que su padre, Robert Irsay, adquirió en 1972. Este humilde inicio marcó su profundo amor por la franquicia, que eventualmente lideraría con una visión transformadora.
Irsay asumió el control de los Colts en 1997, tras la muerte de su padre. Bajo su dirección, el equipo pasó de ser una franquicia en apuros a convertirse en un contendiente constante. Su apuesta por figuras clave como Peyton Manning, el gerente general Bill Polian y el entrenador Tony Dungy fue fundamental para este cambio.
El momento cumbre de su gestión llegó en 2007, cuando los Colts ganaron el Super Bowl XLI frente a los Chicago Bears, con Manning como estrella indiscutible. Este triunfo no solo consolidó a Indianápolis como una potencia deportiva, sino que también impulsó la construcción de un nuevo estadio, reflejo de la ambición de Irsay.
Fuera del campo, Irsay destacó por su generosidad y compromiso con la comunidad. Su filantropía tocó la vida de muchos en Indianápolis, apoyando causas locales y fortaleciendo el vínculo entre el equipo y la ciudad. Su amor por su familia, especialmente por sus hijas Carlie, Casey y Kalen, fue una constante en su vida.
Sin embargo, los últimos años de Irsay estuvieron marcados por problemas de salud. En diciembre pasado, fue encontrado inconsciente en su casa, con dificultades respiratorias y un diagnóstico de insuficiencia cardíaca congestiva. A pesar de su lucha, su condición se deterioró, llevándolo a un final tranquilo.
Irsay también dejó una huella fuera del fútbol. Apasionado coleccionista de guitarras, mantuvo amistades con músicos y encontró inspiración en el rock and roll. En 2018, adquirió el manuscrito fundacional de Alcohólicos Anónimos por 2.4 millones de dólares, un gesto que reflejó su compromiso con causas sociales.
Peyton Manning, profundamente conmovido, expresó su gratitud hacia Irsay, destacando las conversaciones que compartieron y su impacto personal. Otros equipos de la NFL, como los Patriots y los Commanders, también rindieron homenaje a su contribución al deporte.
El legado de Irsay en los Colts trasciende los trofeos. Transformó una franquicia, elevó el espíritu de una ciudad y demostró que el liderazgo se construye con pasión y dedicación. Su ausencia se sentirá, pero su influencia seguirá viva en Indianápolis.

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Fallece Jim Irsay, el visionario dueño de los Indianapolis Colts que marcó la NFL
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