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Detienen en Culiacán a “El Cebolla” y tres cómplices ligados a Los Chapitos: la violencia en Sinaloa no cede

En un nuevo golpe a la inseguridad que azota Sinaloa, autoridades federales capturaron a cuatro presuntos criminales en Culiacán, entre ellos Jesús Alfredo, alias “El Cebolla”, vinculado a la célula delictiva “Fuerzas Especiales Pelucas”, asociada a Los Chapitos. Este grupo, conocido por sembrar el terror en la región, sigue operando en medio de un clima de violencia que parece no tener fin.
El operativo, ejecutado por el Gabinete de Seguridad, tuvo lugar en la colonia Lomas del Magisterio. Los agentes interceptaron un vehículo cuyos ocupantes intentaron huir al notar la presencia policial. La persecución terminó con la detención de Luis Ernesto, de 18 años, y dos adolescentes de 17 años, además de “El Cebolla”. La captura expone, una vez más, la alarmante participación de menores en actividades delictivas.
Entre lo asegurado, las autoridades confiscaron tres armas largas, dos chalecos balísticos, 22 cargadores y un vehículo. En un segundo operativo en otro punto de la ciudad, se detuvo a Jesús Alfredo, confirmando su rol en la estructura criminal. Estos arrestos reflejan la magnitud del arsenal con el que operan estas células, alimentando la violencia en Culiacán.
La célula “Fuerzas Especiales Pelucas” está señalada como una de las principales generadoras de caos en Sinaloa, bajo el mando de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Este grupo es responsable de asesinatos, secuestros y tráfico de drogas, actividades que han sumido a la región en una crisis de inseguridad.
El involucramiento de menores en estas detenciones pone en evidencia un problema aún más profundo: el reclutamiento de jóvenes por parte de grupos criminales. Los adolescentes de 17 años capturados son un reflejo de cómo el crimen organizado explota la vulnerabilidad de la juventud, atrapándolos en un ciclo de violencia del que es difícil escapar.
Sinaloa vive una escalada de violencia que no parece dar tregua. La disputa interna dentro del Cártel de Sinaloa, entre Los Chapitos y la facción de “La Mayiza”, ha intensificado los enfrentamientos, dejando a la población en medio de un fuego cruzado. Las autoridades, pese a estos operativos, parecen incapaces de frenar el derramamiento de sangre.
La detención de “El Cebolla” y sus cómplices es un paso en la lucha contra el crimen organizado, pero también un recordatorio de los desafíos que enfrenta el gobierno. La presencia de grupos como Los Chapitos, con acceso a armamento pesado y una red de operación bien establecida, pone en duda la efectividad de las estrategias de seguridad actuales.
Mientras tanto, la ciudadanía de Culiacán sigue viviendo con miedo. Los operativos pueden capturar a algunos criminales, pero la raíz del problema permanece intacta. La falta de acción contundente y una estrategia integral para combatir la inseguridad mantiene a Sinaloa en un estado de alerta constante.

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