El gobierno de Canadá ha confirmado que está en negociaciones con Estados Unidos para integrarse al proyecto de defensa antimisiles conocido como Cúpula Dorada, un sistema anunciado por el presidente Donald Trump. Este ambicioso plan busca proteger el territorio estadounidense de amenazas misilísticas, incluyendo ataques desde el espacio.
La Cúpula Dorada, inspirada en la Cúpula de Hierro de Israel, tendrá un costo estimado de 175 mil millones de dólares y se espera que esté operativa para 2029. Trump ha destacado que el sistema utilizará tecnología de última generación, integrando capacidades terrestres, marítimas y espaciales para detectar y neutralizar misiles en todas sus fases de vuelo.
El anuncio se realizó desde el Despacho Oval, donde Trump, acompañado del secretario de Defensa, Pete Hegseth, detalló que el proyecto contará con una inversión inicial de 25 mil millones de dólares. Este presupuesto será solicitado al Congreso para acelerar el desarrollo del sistema, considerado una prioridad para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Canadá, según el comunicado de la Oficina del Primer Ministro, Mark Carney, busca fortalecer su relación de seguridad con Estados Unidos. Las conversaciones incluyen la modernización del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD), así como la posible participación en la Cúpula Dorada, aunque aún no se han definido los detalles financieros.
El sistema promete ser una red compleja de satélites e interceptores capaces de rastrear y destruir misiles hipersónicos, balísticos y de crucero. Trump aseguró que el proyecto posicionará a Estados Unidos como líder en tecnología de defensa, superando incluso los sistemas actuales de otros países aliados.
La participación de Canadá en la Cúpula Dorada responde a la necesidad de una defensa coordinada en América del Norte. Trump mencionó que el país vecino está dispuesto a contribuir económicamente, aunque los términos de esta colaboración aún están en negociación, según fuentes oficiales.
El proyecto ha generado reacciones internacionales, con críticas de países como China y Rusia. Pekín expresó su preocupación, argumentando que la Cúpula Dorada podría desestabilizar el equilibrio estratégico global y fomentar una carrera armamentística en el espacio. Rusia, por su parte, comparó el plan con la iniciativa Guerra de las Galaxias de Ronald Reagan.
A pesar de las críticas, Trump defendió la iniciativa, señalando que es esencial para proteger a Estados Unidos en un “mundo peligroso”. El general Michael Guetlein, de la Fuerza Espacial, ha sido designado para liderar el proyecto, aprovechando su experiencia en tecnologías espaciales y sistemas de defensa.
La Cúpula Dorada representa un paso significativo en la militarización del espacio, un tema que ha generado debate sobre sus implicaciones geopolíticas. Mientras Estados Unidos y Canadá avanzan en este proyecto, la comunidad internacional observa con atención los desarrollos de esta tecnología de defensa de próxima generación.
El sistema no solo busca proteger el territorio estadounidense, sino también establecer un precedente en la seguridad global. Con su finalización proyectada para el fin del mandato de Trump, la Cúpula Dorada podría redefinir las estrategias de defensa en el siglo XXI.

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Canadá se suma a la ambiciosa Cúpula Dorada de EE.UU.: un escudo antimisiles de 175 mil millones
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