La mañana del 20 de mayo, un brutal ataque armado en la Calzada de Tlalpan, en la Ciudad de México, dejó sin vida a Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno Clara Brugada, y a José Muñoz, su asesor cercano. Los hechos ocurrieron a plena luz del día, cerca de la estación del Metro Xola, cuando un sujeto a bordo de una motocicleta disparó en repetidas ocasiones contra el vehículo en el que viajaban las víctimas.
El atentado, que ha conmocionado a la capital, fue confirmado por la presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina. Según los primeros reportes, los agresores actuaron de manera directa y planificada, huyendo rápidamente tras el ataque. Las autoridades capitalinas ya analizan grabaciones de cámaras de videovigilancia para identificar a los responsables.
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, reaccionó a los asesinatos durante una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Afirmó que la violencia política en México es una realidad alarmante, señalando que hay regiones del país donde los cárteles ejercen un control significativo.
Rubio también destacó la intención de su gobierno de colaborar con México para frenar el flujo de armas desde Estados Unidos, las cuales, según él, arman a los cárteles que amenazan la estabilidad del país. Incluso mencionó la posibilidad de una visita oficial para discutir áreas de cooperación.
En México, las reacciones no se hicieron esperar. La presidenta Sheinbaum expresó su solidaridad con Clara Brugada y los familiares de las víctimas, asegurando que no habrá impunidad. Sin embargo, pidió no especular sobre las causas del crimen hasta que las investigaciones avancen.
Por su parte, Clara Brugada, visiblemente afectada, canceló todas sus actividades programadas para el 20 de mayo. La jefa de Gobierno recibió el respaldo de diversos funcionarios, como la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quienes prometieron apoyo total para esclarecer el caso.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya aseguró una motocicleta y una camioneta presuntamente relacionadas con el crimen. Las autoridades trabajan en los peritajes correspondientes para dar con los responsables, mientras la ciudadanía exige respuestas ante este acto de violencia.
El asesinato de Guzmán y Muñoz, quienes colaboraban con Brugada desde su gestión en la alcaldía de Iztapalapa, ha generado indignación y preocupación. Figuras como Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, señalaron que el hecho obliga a reflexionar sobre la seguridad de los funcionarios públicos.
Mientras tanto, algunos sectores han criticado la estrategia de seguridad del gobierno capitalino y federal. Voces como la del presidente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, calificaron el hecho como una muestra de la ineficacia del gobierno de Morena, incapaz de garantizar la seguridad incluso en la capital.
Este ataque no solo enluta a la Ciudad de México, sino que pone en el centro del debate la creciente violencia que afecta al país. La investigación en curso será clave para determinar si este crimen fue un mensaje dirigido o un reflejo más de la inseguridad que azota a México.