El gusano barrenador, una plaga que parecía erradicada en México, ha resurgido con fuerza en el sureste del país. Según datos oficiales, se han registrado 1,494 casos en siete estados, con Chiapas y Tabasco como los más afectados. Esta situación ha encendido las alarmas entre ganaderos y autoridades, ya que la plaga no solo amenaza al ganado, sino también a otros mamíferos y, en casos raros, a humanos.
En Tabasco, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca reportó 390 casos en 11 municipios, con Macuspana y Emiliano Zapata como los principales focos de infestación. La titular de la dependencia, Luisa del Carmen Cámara Cabrales, señaló que el primer caso se detectó en noviembre de 2024, cuatro meses antes de lo previsto, lo que evidencia la rapidez con que se propaga esta plaga.
Chiapas lidera el número de casos con 879 reportes, seguido de lejos por Campeche con 179, Quintana Roo con 33, Yucatán con 6, Oaxaca con 4 y Veracruz con 3. La plaga, causada por la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, se alimenta de tejido vivo, generando graves daños en animales y pérdidas económicas millonarias para el sector ganadero.
El impacto económico es devastador, especialmente tras la decisión de Estados Unidos de suspender las importaciones de ganado mexicano. Esta medida, tomada como precaución ante el brote, ha paralizado una de las principales actividades económicas del país, afectando a estados como Sonora y Chihuahua, que dependen de la exportación de becerros.
Las autoridades sanitarias han implementado medidas de contención, como inspecciones exhaustivas y cuarentenas en las zonas afectadas. Sin embargo, ganaderos señalan que la falta de controles estrictos en la frontera sur, especialmente con Guatemala, ha facilitado la entrada de animales infectados, agravando la crisis.
El método de las moscas estériles, utilizado con éxito en el pasado para erradicar esta plaga, se ha reactivado en Chiapas, Tabasco y Campeche. Aviones procedentes de Honduras y Tuxtla Gutiérrez dispersan millones de moscas estériles para reducir la población de larvas, pero los resultados aún son inciertos.
La Secretaría de Salud ha confirmado dos casos humanos de miasis por gusano barrenador en Chiapas, uno en una mujer de 77 años y otro en un hombre de 50. Ambos están bajo tratamiento, pero estos casos han generado preocupación en la población, especialmente en zonas rurales con alta humedad.
Ante esta situación, las autoridades recomiendan mantener una higiene rigurosa, atender heridas de inmediato y reportar cualquier caso sospechoso. La vigilancia epidemiológica se ha intensificado, pero el desafío persiste: controlar una plaga que avanza rápidamente y pone en jaque la economía y la salud pública.
El regreso del gusano barrenador ha reavivado tensiones con Estados Unidos, que exige medidas más efectivas para reabrir la frontera. Mientras tanto, los ganaderos mexicanos enfrentan pérdidas millonarias y exigen al gobierno federal acciones urgentes para frenar esta crisis.
La batalla contra el gusano barrenador apenas comienza, y su impacto podría extenderse más allá del sureste si no se toman medidas drásticas. México enfrenta un reto que combina salud, economía y cooperación internacional, en un contexto donde la rapidez y la eficacia son cruciales.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
México enfrenta una crisis sanitaria: el gusano barrenador se dispara a casi 1,500 casos en el sureste
Compartir: