El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció que su país ha revocado miles de visas de no inmigrante desde el inicio de la administración de Donald Trump el 20 de enero de 2025. Esta medida, enfocada en reforzar la seguridad nacional, ha generado un intenso debate sobre las políticas migratorias y los derechos de los extranjeros en territorio estadounidense.
Rubio, en una declaración contundente ante una subcomisión del Senado, señaló que el número exacto de visas revocadas es difícil de precisar, pero afirmó que “probablemente son miles”. La ofensiva se centra en personas que, según el gobierno, han violado las condiciones de sus visas o representan una amenaza para la seguridad del país.
Entre los afectados se encuentran estudiantes extranjeros, activistas políticos y hasta figuras públicas, como los integrantes del grupo musical Los Ángeles del Barranco y la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, junto con su esposo. La administración Trump ha implementado un programa conocido como “Catch and Revoke”, que utiliza inteligencia artificial para monitorear actividades en redes sociales y detectar posibles infracciones.
Rubio defendió la medida al insistir en que las visas son un privilegio, no un derecho. En sus palabras, aquellos que participen en actividades como disturbios, apoyo a grupos considerados terroristas o cualquier acción que comprometa la seguridad nacional enfrentarán la revocación inmediata de su estatus migratorio.
Un caso destacado es el de Mahmoud Khalil, un estudiante palestino de la Universidad de Columbia, cuya tarjeta de residencia fue revocada por su participación en protestas pro-palestinas. Según el Departamento de Seguridad Nacional, Khalil habría realizado actividades relacionadas con Hamás, considerada una organización terrorista por Estados Unidos.
La estrategia de Rubio ha sido respaldada por el presidente Trump, quien ha prometido una postura de “tolerancia cero” hacia quienes infrinjan las leyes migratorias. Sin embargo, organizaciones de derechos静静
defensa de los derechos civiles han criticado duramente estas acciones, argumentando que violan la libertad de expresión y fomentan un ambiente de autocensura entre los inmigrantes.
El programa “Catch and Revoke” ha intensificado la vigilancia de extranjeros, especialmente estudiantes, mediante el uso de herramientas digitales que rastrean publicaciones en redes sociales. Casos como el de Rumeysa Ozturk, una estudiante turca cuya visa fue cancelada por expresar apoyo al pueblo palestino, han encendido las alarmas sobre los límites de estas políticas.
La controversia no ha pasado desapercibida en el ámbito internacional. Mientras algunos sectores aplauden las medidas como necesarias para la seguridad, otros advierten que podrían dañar las relaciones diplomáticas y la imagen de Estados Unidos como un país abierto a la diversidad.
Rubio, por su parte, ha dejado claro que estas acciones continuarán. En sus declaraciones, enfatizó que el objetivo es garantizar que solo aquellos que respeten las leyes y valores estadounidenses puedan permanecer en el país, manteniendo una postura firme en medio de la polarización.

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Marco Rubio: “No es un derecho, es un privilegio” – Estados Unidos revoca miles de visas en una ofensiva sin precedentes
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