El Manchester City vivió una noche cargada de emociones en el Etihad Stadium al vencer 3-1 al Bournemouth en la penúltima jornada de la Premier League. El partido no solo aseguró un paso firme hacia la clasificación a la próxima Champions League, sino que marcó dos momentos clave: la despedida de Kevin De Bruyne y el regreso de Rodrigo Hernández, el reciente ganador del Balón de Oro.
El encuentro comenzó con un golazo de Omar Marmoush a los 14 minutos, un disparo desde 30 metros que se coló en el ángulo de la portería defendida por Kepa Arrizabalaga. Este tanto levantó al público y marcó el tono de un partido dominado por los Citizens, que buscaban recuperar la confianza tras la reciente derrota en la final de la FA Cup ante el Crystal Palace.
Kevin De Bruyne, en su último partido como local con el Manchester City, fue el centro de las miradas. El belga, quien anunció su salida del club tras una década de éxitos, recibió un homenaje conmovedor con un tifo espectacular y cánticos de la afición. Sin embargo, su noche tuvo un momento agridulce al fallar un gol cantado frente a una portería vacía, un error que sorprendió a todos en el estadio.
El segundo gol llegó antes del descanso, cortesía de Bernardo Silva, quien aprovechó una jugada colectiva iniciada por Ilkay Gündogan. Este tanto consolidó la ventaja del City y apagó cualquier intento de reacción del Bournemouth, que había tenido una oportunidad clara con un disparo al palo de Evanilson.
El partido tomó un giro inesperado en el segundo tiempo cuando Mateo Kovacic fue expulsado por una falta sobre Evanilson, dejando al City con diez jugadores. Sin embargo, la situación se equilibró minutos después con la expulsión de Lewis Cook, del Bournemouth, por una entrada sobre Nico González, quien más tarde sellaría el marcador.
El ingreso de Rodri al minuto 82 desató una ovación ensordecedora. El mediocampista español, ausente durante ocho meses por una rotura de ligamento cruzado sufrida en septiembre, volvió a las canchas en un momento clave. Su presencia no solo simbolizó un refuerzo para el equipo, sino también una esperanza de cara al Mundial de Clubes de la FIFA.
Nico González, quien reemplazó a De Bruyne, cerró la noche con un golazo al minuto 88, asegurando la victoria 3-0. Ya en el tiempo añadido, Jebbison marcó el gol del honor para el Bournemouth, dejando el marcador final en 3-1. Este resultado colocó al Manchester City en la tercera posición de la Premier League con 68 puntos.
Con esta victoria, el equipo de Pep Guardiola está a un solo punto de asegurar su boleto a la Champions League 2025-26. La próxima jornada, ante el Fulham, será decisiva para confirmar su clasificación y cerrar una temporada marcada por altibajos pero con momentos de brillantez.
La despedida de De Bruyne, un ídolo que deja un legado imborrable, y el regreso de Rodri, un pilar fundamental, dejaron un sabor agridulce pero esperanzador para los aficionados. El Etihad vibró con una noche que combinó nostalgia, talento y la promesa de un futuro competitivo.
El Manchester City, con esta victoria, no solo celebró a sus estrellas, sino que demostró que sigue siendo un contendiente de peso. La afición, entregada, despidió a una leyenda y dio la bienvenida a otra, mientras el equipo se prepara para cerrar la temporada con la mira en Europa.