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El Papa León XIV enciende la esperanza en Ucrania con su firme postura contra la invasión rusa

La llegada del Papa León XIV al Vaticano ha traído un nuevo aire de esperanza para Ucrania, un país que lleva más de tres años enfrentando la agresión rusa. Sus primeras palabras y acciones han resonado con fuerza en Kiev, donde muchos ven al nuevo pontífice como un aliado clave en la búsqueda de paz y justicia.
A diferencia de su predecesor, el Papa Francisco, cuya postura a veces generó frustración por su ambigüedad, León XIV ha sido claro al señalar a Rusia como el agresor. En 2022, cuando aún era obispo en Perú, calificó la guerra como una invasión imperialista, un término que ha dado a los ucranianos una señal de apoyo moral contundente.
Olga Krivitska, una traductora de 35 años de Leópolis, expresó su alivio al escuchar al Papa reconocer la responsabilidad de Rusia. Para ella, estas palabras no solo reflejan claridad, sino también la posibilidad de que el Vaticano juegue un papel activo en la presión internacional contra Moscú.
El nuevo Papa ha enfatizado que la paz verdadera no puede implicar una capitulación ante el mal ni equiparar a la víctima con el agresor. Esta declaración, publicada por el arzobispo Sviatoslav en el diario Ukrainska Pravda, ha fortalecido la percepción de que León XIV entiende la magnitud del sufrimiento ucraniano.
Ucrania ha entregado al Vaticano listas de prisioneros de guerra, niños secuestrados y periodistas detenidos, esperando que la influencia del Papa facilite su liberación. Muchos en el país confían en que su autoridad moral pueda acelerar estos esfuerzos humanitarios, especialmente en el caso de los menores deportados a Rusia.
Anatoli Babinski, profesor de teología en la Universidad Católica Ucraniana, destacó que los ucranianos ven al Papa como un líder moral, no solo como un diplomático. Según él, una condena abierta a Rusia desde el Vaticano tendría un impacto mayor que cualquier negociación a puertas cerradas.
La experiencia de León XIV en Estados Unidos y Perú genera expectativas de que pueda movilizar apoyo en América Latina y el llamado Sur Global. Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano, cree que el Papa puede recordar al mundo que el cristianismo implica respaldar a las víctimas de la agresión.
A pesar de que su rol como Papa podría llevarlo a adoptar un tono más neutral, los ucranianos mantienen la esperanza. La posibilidad de una visita papal al país, como la propuesta por el presidente Volodimir Zelensky, es vista como un gesto que podría levantar el ánimo de una nación agotada por el conflicto.
Las palabras de León XIV, combinadas con su disposición a mediar, han dado un nuevo impulso a la diplomacia vaticana. En un momento en que Ucrania enfrenta presión internacional para hacer concesiones, el respaldo del Papa se percibe como un faro de apoyo en la lucha por la justicia y la paz.
El impacto de estas declaraciones trasciende las fronteras ucranianas. En un mundo marcado por conflictos, la postura del nuevo pontífice ofrece una visión de liderazgo moral que podría influir en la comunidad internacional para buscar soluciones duraderas.

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