Un violento ataque sacudió el municipio de Villa Ahumada, Chihuahua, dejando un saldo devastador: un policía y su hijo perdieron la vida, mientras otro hijo del oficial lucha por su vida tras resultar gravemente herido. La Fiscalía General del Estado confirmó los hechos, que ocurrieron el pasado domingo en el ejido de Santo Domingo.
La víctima principal, Guadalupe Gandarilla Alcántara, era miembro de la Dirección General de Seguridad Pública, aunque no estaba en funciones al momento del ataque. Junto a él, su hijo Alejandro Gandarilla Contreras también fue asesinado en esta agresión armada que ha conmocionado a la comunidad.
Un segundo hijo del policía, cuya identidad no ha sido revelada, resultó gravemente herido y fue trasladado de urgencia para recibir atención médica. Su estado de salud sigue siendo crítico, según reportes de las autoridades.
La Fiscalía General del Estado señaló que el presunto responsable del crimen es un ciudadano estadounidense, quien huyó de la escena a bordo de una camioneta Sierra Denali de modelo reciente, color verde azulado, con placas de Nuevo México. Las autoridades ya iniciaron una búsqueda para dar con el culpable.
Testigos relataron a los investigadores que el atacante escapó rápidamente tras perpetrar el crimen, dejando tras de sí una escena de horror. La comunidad de Santo Domingo, un ejido tranquilo, no había sido escenario de un acto tan violento en mucho tiempo.
Este doble homicidio pone de manifiesto la creciente ola de violencia que azota Chihuahua, donde los ataques armados parecen no dar tregua. La falta de seguridad en la región ha generado indignación entre los habitantes, quienes exigen respuestas y acciones concretas.
La Fiscalía continúa recabando evidencias en el lugar de los hechos, mientras las corporaciones policiacas refuerzan la vigilancia en Villa Ahumada. Sin embargo, la sensación de inseguridad persiste, y los ciudadanos temen que este tipo de tragedias se repitan.
Este caso se suma a una larga lista de episodios violentos en el estado, donde la delincuencia parece desafiar a las autoridades. La muerte de Guadalupe y Alejandro Gandarilla ha dejado un vacío en su familia y en la comunidad, que ahora espera justicia.
Mientras tanto, las investigaciones avanzan, pero el dolor y la incertidumbre permanecen en Villa Ahumada. La tragedia de esta familia es un recordatorio de los retos que enfrenta Chihuahua en materia de seguridad.