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Sheinbaum apuesta por la diplomacia con EU: ¿Promesas vacías o estrategia real ante el nuevo embajador?

La presidenta Claudia Sheinbaum insiste en que México mantendrá una relación de respeto y colaboración con Estados Unidos. Este lunes, en el Palacio Nacional, recibió al nuevo embajador estadounidense, Ronald Johnson, en un encuentro que también incluyó a representantes de Argelia, República Dominicana, Colombia y Eslovaquia. La mandataria destacó que su gobierno busca una relación sólida con el país vecino, pero, ¿es esto realmente posible en el contexto actual?
Sheinbaum aseguró que el diálogo con Johnson será clave para fortalecer los lazos bilaterales. Sin embargo, su discurso parece repetir promesas ya conocidas, mientras México enfrenta retos como la inseguridad, el narcotráfico y las amenazas de políticas proteccionistas desde Washington. La llegada de Johnson, nombrado por Donald Trump, coincide con un momento de tensión, especialmente por las recientes propuestas de imponer aranceles a las remesas mexicanas.
El nuevo embajador, con un pasado en la CIA y experiencia militar, asumió su cargo tras la salida de Ken Salazar, quien dejó una relación marcada por desencuentros con el gobierno mexicano. Sheinbaum evitó abordar temas espinosos como el narcotráfico o las negociaciones con capos, como el caso de Ovidio Guzmán. En cambio, optó por un tono conciliador, insistiendo en que México no se subordinará, pero buscará coordinación. ¿Es esta una postura firme o una evasión de los problemas reales?
La presidenta también destacó la importancia de la relación económica con Estados Unidos, recordando que México es el principal exportador hacia ese país. Sin embargo, no mencionó cómo planea contrarrestar las políticas de Trump, quien ha suavizado sus amenazas de aranceles, pero mantiene un discurso duro contra México. La falta de un plan claro genera dudas sobre la capacidad de Sheinbaum para defender los intereses nacionales.
Otro punto crítico es la propuesta en el Senado estadounidense de gravar con un 5% las remesas enviadas a México. Sheinbaum calificó esta medida como injusta y señaló que el embajador mexicano, Esteban Moctezuma, ya está en negociaciones con congresistas para evitar su aprobación. Organizaciones de migrantes también están presionando, pero el éxito de estas gestiones sigue siendo incierto.
La mandataria subrayó que México defenderá su soberanía, pero su discurso no incluyó detalles concretos sobre cómo logrará este equilibrio entre colaboración y firmeza. La relación con Estados Unidos es crucial, especialmente por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, pero las tensiones actuales requieren más que palabras de buena voluntad.
El encuentro con Johnson marca el inicio de una nueva etapa en la diplomacia México-Estados Unidos. No obstante, la sombra de las políticas de Trump y los retos internos de México, como la inseguridad y el narcotráfico, hacen que las promesas de Sheinbaum suenen más a retórica que a una estrategia sólida. La pregunta es si esta reunión será el comienzo de una relación fructífera o solo un capítulo más de desencuentros.
Mientras Sheinbaum apuesta por el diálogo, los mexicanos esperan resultados tangibles. La relación con Estados Unidos no solo afecta el comercio y la migración, sino también la vida cotidiana de millones de familias que dependen de las remesas. Por ahora, el gobierno de Morena sigue sin mostrar un plan claro para enfrentar los desafíos que se avecinan.

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