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Seis cuerpos hallados en una fosa clandestina en Baja California: la violencia no cede en México

En un nuevo capítulo de la crisis de inseguridad que azota al país, autoridades localizaron los restos de seis personas en una fosa clandestina en la colonia Cañón de las Carretas, en Tijuana, Baja California. El hallazgo, reportado el pasado 19 de mayo, pone en evidencia la persistencia de la violencia en una de las zonas más golpeadas por el crimen organizado.
El descubrimiento se dio tras una denuncia anónima que alertó a las autoridades sobre la presencia de restos humanos en el área. Elementos de la Fiscalía General del Estado y la Guardia Nacional acudieron al lugar, donde confirmaron la existencia de la fosa. Los cuerpos, en avanzado estado de descomposición, fueron trasladados al Servicio Médico Forense para su análisis.
Entre los restos, dos jóvenes fueron identificados por sus familiares: Ulises Vásquez Montaño, de 22 años, y Alexia Fernanda Ontiveros Miranda, de 20 años. Ambos habían sido reportados como desaparecidos en 2023 y 2024, respectivamente. La identificación se logró gracias a documentos y objetos personales encontrados en el sitio.
El colectivo Madres Buscadoras de Sonora, que participó en la búsqueda, denunció la falta de apoyo oficial durante la operación. Según la activista Ceci Flores, las autoridades no brindaron acompañamiento, argumentando que el terreno era propiedad privada. A pesar de las dificultades, el colectivo continuó excavando y localizó más restos humanos.
Además de los cuerpos, en la fosa se encontraron identificaciones, llaves, teléfonos celulares y otros objetos personales. Entre ellos, una credencial pertenecía a Aurora Meléndez Herrera, un caso de desaparición más antiguo. Estos hallazgos subrayan la magnitud del problema de personas desaparecidas en la región.
Baja California ha sido señalada como uno de los estados con mayor incidencia de violencia ligada al crimen organizado. Tijuana, en particular, registra altos índices de homicidios y desapariciones, lo que ha generado críticas a las estrategias de seguridad del gobierno estatal y federal.
La falta de acción efectiva para frenar la violencia ha dejado a colectivos como Madres Buscadoras en la primera línea de búsqueda de sus seres queridos. La activista Ceci Flores destacó que, sin el respaldo de las autoridades, las familias siguen enfrentando solas el dolor y la incertidumbre.
Este hallazgo se suma a una serie de fosas clandestinas descubiertas en los últimos meses en distintos puntos del país. En Baja California Sur, por ejemplo, se reportaron 113 fragmentos óseos en otra fosa en marzo de este año. La recurrencia de estos casos refleja una crisis que no da tregua.
La identificación de los dos jóvenes en Tijuana ofrece un mínimo consuelo a sus familias, pero también pone rostro a una tragedia que afecta a miles. Según datos oficiales, México supera las 100,000 personas desaparecidas, una cifra que crece sin que se vislumbre una solución integral.
Mientras las autoridades prometen reforzar las acciones contra el crimen, la realidad en las calles de Tijuana y otras ciudades sigue siendo desoladora. La pregunta persiste: ¿hasta cuándo continuará esta ola de violencia que roba vidas y esperanza a los mexicanos?

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