Un paro indefinido de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha dejado sin clases a por lo menos 400 mil estudiantes en varias entidades del país. La suspensión de actividades comenzó el jueves, coincidiendo con la conmemoración del Día del Maestro, y afecta principalmente a alumnos de preescolar, primaria y secundaria.
En Michoacán, una de las regiones más impactadas, se estima que 450 mil estudiantes han quedado sin clases. Erik Avilés, director general de Mexicanos Primero en esa entidad, señaló que al menos el 50 por ciento de los alumnos michoacanos se ven afectados por esta medida. La falta de clases no solo interrumpe el calendario escolar, sino que también compromete el aprendizaje de los estudiantes.
En Zacatecas, según Filiberto Fausto, secretario general de la sección 34 de la CNTE, unas 5 mil escuelas han suspendido labores. Mientras tanto, en Guerrero, Marbella Molina, supervisora de nivel preescolar, reportó que 300 planteles se sumaron al paro. Estas cifras reflejan la magnitud del movimiento magisterial en diferentes puntos del país.
La CNTE exige la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, entre otras demandas. Durante el Día del Maestro, los docentes marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México, donde instalaron un plantón para visibilizar sus peticiones. Este paro indefinido busca presionar al gobierno federal para que atienda sus reclamos laborales.
Un aspecto preocupante es el impacto en los estudiantes, quienes podrían pasar de año sin haber completado los planes de estudio ni sus evaluaciones. Especialistas advierten que esta situación podría agravar el rezago educativo en las regiones afectadas, un problema que ya enfrenta el sistema educativo nacional.
Según Avilés, la CNTE utiliza una plataforma en línea paralela para registrar evaluaciones, lo que podría permitir que los estudiantes sean aprobados automáticamente, como ha ocurrido en ocasiones anteriores. Esta práctica, señalan expertos, pone en riesgo la calidad educativa y el desarrollo académico de los alumnos.
Paulina Amozurrutia, coordinadora nacional de Educación con Rumbo, destacó que no existe una cifra oficial exacta de los estudiantes afectados. Sin embargo, subrayó la necesidad de realizar un cálculo detallado para dimensionar el impacto real del paro en el sistema educativo.
La Secretaría de Educación Pública no ha proporcionado información clara sobre la crisis, lo que ha generado críticas. Avilés afirmó que la dependencia oculta datos para evitar visibilizar la magnitud de los problemas que enfrenta el sistema educativo nacional.
El paro de la CNTE pone en evidencia las tensiones entre el magisterio y el gobierno, así como los desafíos para garantizar la continuidad educativa. Mientras las demandas de los docentes persisten, miles de estudiantes enfrentan la incertidumbre de un ciclo escolar interrumpido.