Hoy, 19 de mayo, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación han desatado el caos en varias carreteras del país. Sus protestas, que incluyen la toma de casetas de peaje y bloqueos viales, han generado afectaciones graves para miles de automovilistas. La México-Cuernavaca, México-Puebla y México-Querétaro son algunas de las autopistas donde los docentes han detenido el tránsito, exigiendo cambios profundos en sus condiciones laborales.
En un acto de desafío, los manifestantes han liberado el paso en casetas como la de Tlalpan, pero no sin antes pedir “cooperaciones” de hasta 100 pesos por vehículo. Esta acción ha generado indignación entre los conductores, quienes ven interrumpidos sus trayectos por las demandas del magisterio. La falta de respuesta clara del gobierno federal ante estas protestas solo agrava la situación, dejando a los ciudadanos atrapados en el desorden.
Las demandas de la CNTE no son nuevas. Los maestros exigen la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que consideran perjudicial para sus pensiones, y la eliminación de la reforma educativa. También piden un aumento salarial del 100% y mejoras en el sistema de jubilaciones, argumentando que las actuales condiciones laborales son insostenibles. Mientras tanto, el gobierno de Claudia Sheinbaum parece incapaz de controlar la situación.
En el Estado de México, la autopista México-Puebla ha sido una de las más afectadas. La caseta de San Marcos, en Chalco, fue tomada por los docentes, quienes permitieron el paso libre en algunos momentos, pero sin liberar completamente la vía. La Guardia Nacional se mantiene en las inmediaciones, pero su presencia no ha evitado el colapso vial. Los automovilistas, frustrados, buscan rutas alternas sin mucho éxito.
En la México-Acapulco, las casetas de Tlalpan, Paso Morelos, Palo Blanco y La Venta también han sido escenario de protestas. Los maestros han levantado las plumas, permitiendo el paso sin costo en algunos casos, pero el desorden reina. Estas acciones no solo afectan a los conductores, sino también a la economía local, que depende de la movilidad en estas rutas clave.
La educación también sufre las consecuencias. En varios estados, la CNTE ha suspendido clases, dejando a miles de estudiantes sin acceso a la enseñanza. En el Estado de México, se han reportado asambleas con padres de familia para informar sobre la suspensión de actividades escolares. Esta decisión ha generado críticas, pues muchos consideran que los maestros están priorizando sus demandas sobre el derecho a la educación.
En Michoacán, las protestas escalan con un plantón anunciado en el centro histórico de Morelia, frente al Palacio de Gobierno. Una de las fracciones más radicales de la CNTE ha advertido que las suspensiones de clases continuarán de forma escalonada hasta el jueves, cuando decidirán si se suman a un paro total. La falta de diálogo efectivo con las autoridades estatales solo intensifica el conflicto.
El descontento no se limita a las carreteras. En la Ciudad de México, los bloqueos han colapsado puntos estratégicos, afectando la movilidad en la capital. La ausencia de una estrategia clara por parte del gobierno federal para atender las demandas de los maestros deja en evidencia la incapacidad de la administración actual para manejar crisis de esta magnitud.
Mientras los maestros de la CNTE mantienen su lucha, los ciudadanos enfrentan las consecuencias de un conflicto sin resolución a la vista. Las carreteras bloqueadas, las clases suspendidas y la incertidumbre sobre cuánto durarán estas protestas generan un panorama de frustración. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo seguirá este caos?

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Maestros de la CNTE paralizan México: caos en carreteras y clases suspendidas
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