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La Comisión Ambiental Metropolitana reduce sus sesiones en Nuevo León

La Comisión Ambiental Metropolitana de Nuevo León, creada para enfrentar la grave crisis de contaminación en la región, ha decidido disminuir la frecuencia de sus sesiones, pasando de reuniones bimestrales a un esquema menos constante. Esta medida ha generado preocupación entre los ciudadanos, quienes esperaban acciones más contundentes para mejorar la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey.
El organismo, instaurado apenas en febrero de 2025, tenía como objetivo coordinar esfuerzos entre los gobiernos federal, estatal y municipal para abordar los problemas ambientales. Sin embargo, la falta de un calendario claro para las próximas reuniones ha levantado dudas sobre su efectividad. Especialistas señalan que la reducción de sesiones podría retrasar la implementación de estrategias clave.
La calidad del aire en Monterrey ha sido un tema crítico este año. En marzo, la Secretaría de Medio Ambiente estatal activó varias contingencias ambientales debido a los altos niveles de partículas contaminantes, provocadas por incendios y fuertes vientos que arrastraron polvo desde Texas y Coahuila. Estas condiciones obligaron a la población a retomar el uso de cubrebocas en espacios públicos.
A pesar de los esfuerzos iniciales, como el arranque de estudios federales para identificar las fuentes de contaminación, los resultados aún no son visibles. La refinería de Pemex en Cadereyta, señalada como una de las principales fuentes de emisiones, sigue operando sin restricciones claras, lo que agrava la situación ambiental en la región.
El gobierno estatal, encabezado por Samuel García, ha insistido en la necesidad de formalizar la Comisión Ambiental Metropolitana mediante una ley que le otorgue un presupuesto inicial de 10 millones de pesos. Sin embargo, esta propuesta aún no ha sido aprobada por el Congreso local, lo que limita las acciones del organismo.
Organizaciones civiles, como el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, han criticado la falta de avances concretos. Representantes de la sociedad civil han pedido ser incluidos en las mesas de trabajo de la Comisión para garantizar que las decisiones reflejen las necesidades de la población.
La disminución de las sesiones también ha sido cuestionada por expertos, quienes advierten que la falta de continuidad podría debilitar los esfuerzos para actualizar el Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA), considerado obsoleto por la federación. Sin datos precisos, medidas como el “Hoy No Circula” no pueden aplicarse en la región.
La contaminación en Nuevo León no es solo un problema ambiental, sino de salud pública. Las partículas PM2.5 y PM10, presentes en el aire, representan un riesgo para la población, especialmente para personas con problemas respiratorios. Las autoridades han recomendado evitar actividades al aire libre durante los picos de contaminación.
Mientras tanto, la ciudadanía espera que la Comisión Ambiental Metropolitana retome un ritmo más activo. La promesa de un aire más limpio en Monterrey sigue siendo un desafío pendiente, y la reducción de sesiones no parece ser un paso en la dirección correcta.
La situación ambiental en Nuevo León exige una respuesta coordinada y urgente. La falta de acción podría agravar las condiciones, afectando la calidad de vida de millones de habitantes en la zona metropolitana.

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