Un nuevo episodio de violencia sacude Playas de Rosarito, Baja California. Este lunes, el jefe de homicidios de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) de la Fiscalía General del Estado (FGE) y su escolta fueron atacados a balazos en una llantera cercana al Palacio Municipal. El atentado, perpetrado en plena luz del día, dejó a ambos agentes heridos y desató un operativo policial de gran escala en la zona.
El ataque ocurrió en la calle Artículo 27 Constitucional, a solo dos cuadras del centro de gobierno municipal. Según testigos, los agresores llegaron en al menos dos vehículos y abrieron fuego contra los agentes mientras se encontraban en la llantera. El jefe de homicidios sufrió un rozón de bala en el cráneo, mientras que su escolta también resultó lesionado. Ambos fueron trasladados de urgencia a un hospital, donde se reportan estables pero bajo observación médica.
La Fiscalía General del Estado reaccionó de inmediato, desplegando patrullas y un helicóptero para dar con los responsables. Minutos después del ataque, las autoridades localizaron dos vehículos abandonados: una Jeep Cherokee y un Hyundai Sonata. En su interior se encontraron armas largas, cargadores y restos de sangre, lo que sugiere que al menos uno de los atacantes pudo haber resultado herido durante el enfrentamiento.
Un presunto involucrado fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Público. Sin embargo, las autoridades no han confirmado si está directamente relacionado con el crimen organizado. Este atentado se suma a una serie de agresiones contra elementos de seguridad en Baja California, un estado que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, registró 2,925 homicidios en 2022, colocándolo entre los más violentos del país.
La violencia en Rosarito no es un hecho aislado. Hace apenas una semana, una narcomanta dirigida al jefe de homicidios, Edgar Said Nava Estrada, apareció en Tijuana. El mensaje, atribuido al Cártel Arellano Félix, exigía la devolución de 50 mil dólares y amenazaba con represalias. Este contexto pone en evidencia la presión que enfrentan los agentes encargados de combatir el crimen en la región.
Baja California vive una crisis de inseguridad que parece no ceder. Guanajuato, el Estado de México, y Michoacán, junto con Baja California, encabezan las estadísticas nacionales de homicidios. Los ataques contra elementos de seguridad, como el ocurrido en Rosarito, reflejan la audacia de los grupos criminales y la falta de estrategias efectivas para contener la violencia.
El gobierno estatal y federal enfrentan crecientes críticas por su incapacidad para frenar esta ola de agresiones. Mientras tanto, la población de Rosarito vive con temor, atrapada en un entorno donde los tiroteos y las amenazas son cada vez más frecuentes. Este ataque no solo pone en riesgo la vida de los agentes, sino que cuestiona la seguridad de todos los habitantes de la región.
La impunidad sigue siendo un problema central. A pesar de los operativos y las detenciones, los responsables de estos ataques rara vez enfrentan la justicia. La ciudadanía exige respuestas y acciones concretas para recuperar la tranquilidad en Baja California, un estado que, por ahora, parece estar a merced de la delincuencia.

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Ataque a balazos contra jefe de homicidios en Rosarito: la violencia no da tregua en Baja California
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