Un avión F-5 de la Fuerza Aérea Mexicana protagonizó un incidente alarmante en el Aeropuerto Internacional de Chihuahua. El percance ocurrió durante un vuelo de entrenamiento, cuando la aeronave sufrió una ponchadura de llanta al aterrizar. Este suceso obligó a suspender temporalmente las operaciones en el aeropuerto, generando preocupación entre los habitantes de la capital del estado.
El incidente tuvo lugar en la tarde del 19 de mayo de 2025. Según reportes oficiales, el avión estaba realizando maniobras de adiestramiento para personal de la Base Aérea Número Uno. La ponchadura ocurrió en el tren de aterrizaje trasero, lo que impidió que la aeronave completara su aterrizaje de manera normal. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero el evento dejó en evidencia las fallas en el mantenimiento de los equipos militares.
Personal de aeronáutica civil y de la Fuerza Aérea Mexicana acudió de inmediato al lugar. Su prioridad fue asegurar la pista y comenzar las investigaciones para determinar las causas exactas del percance. Hasta el momento, se sabe que el piloto reportó la falla a la torre de control justo cuando intentaba aterrizar, lo que permitió una respuesta rápida para evitar consecuencias mayores.
La suspensión de operaciones en el aeropuerto generó molestias entre los pasajeros. Varios vuelos comerciales fueron retrasados, afectando a cientos de personas que esperaban viajar desde o hacia Chihuahua. Las autoridades no han informado cuánto tiempo tomará reanudar las actividades con normalidad, lo que aumenta la incertidumbre en la terminal aérea.
Este accidente pone en el centro del debate la seguridad de las operaciones militares en aeropuertos civiles. La Fuerza Aérea Mexicana comparte instalaciones con vuelos comerciales en Chihuahua, una práctica común pero que ahora enfrenta cuestionamientos. La falta de claridad sobre el estado de las aeronaves militares preocupa a la población, que exige mayor transparencia.
Las autoridades han prometido un peritaje detallado para esclarecer qué provocó la ponchadura. Entre las posibles causas se barajan fallos mecánicos, desgaste de los componentes o incluso errores humanos durante el mantenimiento. Sin embargo, la ciudadanía espera respuestas concretas y no solo promesas de investigación.
Este no es el primer incidente que involucra a la Fuerza Aérea Mexicana en los últimos años. La flota de aviones F-5, aunque icónica, es considerada obsoleta por expertos en aeronáutica. La falta de inversión en equipos modernos ha sido un reclamo constante, y este accidente reaviva la discusión sobre la necesidad de renovar el parque aéreo militar.
Mientras las investigaciones avanzan, la población de Chihuahua permanece atenta. El incidente, aunque no dejó víctimas, es un recordatorio de los riesgos que implica la operación de aeronaves envejecidas. La presión sobre las autoridades crece para que se tomen medidas que garanticen la seguridad tanto de los militares como de los civiles que utilizan el aeropuerto.