Una noche de fiesta terminó en tragedia en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde cinco personas perdieron la vida por una sobredosis de fentanilo mezclado con cocaína. Los hechos ocurrieron en dos viviendas del sur de la ciudad, dejando a las autoridades en alerta y a la comunidad en shock.
Según la Fiscalía de Chihuahua, las víctimas consumieron una combinación letal de drogas que provocó un fallo multiorgánico. Los reportes indican que las sustancias fueron adulteradas intencionalmente para aumentar su potencia, una práctica cada vez más común en el mercado ilegal.
El fiscal de la Zona Norte, Carlos Manuel Salas, confirmó que las necropsias revelaron rastros hemáticos en nariz y boca de las víctimas, un signo claro de intoxicación aguda. Tres personas más fueron hospitalizadas, luchando por su vida tras el incidente.
Los hechos se registraron en los fraccionamientos Oasis Revolución y Salvarcar, donde vecinos alertaron a las autoridades tras encontrar a las víctimas inconscientes. Cuatro de los fallecidos fueron hallados en una casa, mientras que otro murió en un hospital cercano.
La mezcla de fentanilo y cocaína ha encendido las alarmas en Juárez, una ciudad que ya enfrenta serios problemas de inseguridad y narcotráfico. La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos ha advertido que esta combinación está detrás de un aumento en las muertes por sobredosis en ambos lados de la frontera.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar la procedencia de las drogas y quién las distribuyó. Sin embargo, la falta de avances inmediatos ha generado críticas sobre la efectividad de las estrategias contra el narcomenudeo en la región.
Este incidente pone en evidencia la crisis de adicciones que azota a Chihuahua, donde miles de personas buscan tratamiento cada año. La presencia de fentanilo, un opioide 50 veces más potente que la heroína, agrava aún más el panorama.
La comunidad de Juárez despide a las víctimas en un ambiente de luto y preocupación. Familiares y amigos se reunieron para velar a los fallecidos, mientras crece la inquietud por la facilidad con la que estas sustancias llegan a las calles.
La tragedia reaviva el debate sobre la necesidad de políticas más efectivas para combatir el tráfico de drogas y proteger a la población. Mientras tanto, las autoridades prometen redoblar esfuerzos, aunque los resultados siguen siendo inciertos.
Ciudad Juárez enfrenta un nuevo capítulo de su lucha contra la inseguridad y las adicciones, con un costo humano que no deja de crecer. La pregunta ahora es cuánto tiempo pasará antes de que se repita otra tragedia similar.