El Trolebús Chalco-Santa Marta, una de las obras estrella del gobierno de Claudia Sheinbaum, comenzó operaciones el 18 de mayo de 2025, prometiendo revolucionar la movilidad en el oriente del Estado de México. Sin embargo, la inauguración no estuvo exenta de controversias, especialmente por el costo del pasaje y las expectativas generadas. Este proyecto, que conecta Chalco con la Ciudad de México, busca beneficiar a millones, pero su arranque dejó preguntas en el aire.
El primer pasajero en abordar este nuevo transporte fue Juan Carlos Hernández, un trabajador de 34 años originario de Valle de Chalco. Hernández, quien diariamente viaja a Iztapalapa para trabajar, expresó su entusiasmo por la reducción en los tiempos de traslado, aunque señaló que el costo del boleto le pareció elevado. Según reportes, pagó 20 pesos por su viaje, una tarifa que generó sorpresa entre los usuarios.
La Secretaría de Transportes Eléctricos de la Ciudad de México había anunciado un día antes que el pasaje costaría 13 pesos. Sin embargo, el mismo día de la inauguración, la tarifa se incrementó a 20 pesos sin previo aviso, lo que desató críticas entre los pasajeros. Este cambio repentino ha sido señalado como una falta de transparencia por parte de las autoridades involucradas.
El Trolebús Chalco-Santa Marta, con una longitud de 18.5 kilómetros y 15 estaciones, promete reducir los tiempos de traslado de dos horas a tan solo 35 minutos en su ruta exprés. La obra, que costó más de 10 mil millones de pesos, fue promovida como un avance clave para la movilidad de 3 millones de habitantes de municipios como Chalco, Valle de Chalco, La Paz e Ixtapaluca.
A pesar de los beneficios, la inauguración dejó un sabor agridulce. Varias estaciones permanecen inconclusas debido a obras de drenaje, lo que limita la operación completa de la línea. La presidenta Sheinbaum y la gobernadora Delfina Gómez han defendido el proyecto, asegurando que las estaciones pendientes se abrirán en los próximos meses, pero esto no ha calmado las críticas.
Usuarios en redes sociales han cuestionado la planeación del proyecto, señalando que los retrasos y el aumento en la tarifa reflejan una gestión deficiente. Algunos incluso han comparado el costo del pasaje con otros sistemas de transporte público, como el Mexibús, que cobra 9 pesos por trayectos similares.
El gobierno federal y estatal han destacado que el trolebús es 100% eléctrico, cuenta con cámaras de vigilancia, wifi gratuito y accesibilidad para personas con discapacidad. Sin embargo, estos beneficios no han sido suficientes para contrarrestar el descontento por la tarifa y las estaciones incompletas.
Mientras el Trolebús Chalco-Santa Marta representa un avance en la movilidad, su arranque ha puesto en evidencia los retos de comunicación y planeación del gobierno. La promesa de un transporte eficiente y accesible está en marcha, pero el costo y los detalles pendientes han generado un inicio accidentado.
Juan Carlos Hernández, el primer pasajero, representa la esperanza de miles de mexiquenses que buscan un traslado más rápido y seguro. Sin embargo, su experiencia también refleja las expectativas y frustraciones de una población que espera más claridad y compromiso de sus autoridades.
El futuro de esta obra dependerá de cómo el gobierno responda a las críticas y cumpla con las promesas de mejora. Por ahora, el Trolebús Chalco-Santa Marta es un símbolo de progreso, pero también de los desafíos que enfrenta el gobierno de Morena en la entrega de resultados tangibles.

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¡Histórico! El primer pasajero del Trolebús Chalco-Santa Marta y el costo que pagó bajo el reflector
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