En el prestigioso Festival de Cannes, el cineasta mexicano Guillermo del Toro dejó huella al compartir una apasionada lección sobre música junto al compositor Alexander Desplat. Ambos destacaron la importancia de las emociones en el cine, un elemento que, según Del Toro, se ha vuelto revolucionario en la industria.
Durante su charla, Del Toro afirmó que el arte debe ser emotivo y no teme abrazar su lado sentimental. “Soy mexicano y soy extremadamente sentimental”, expresó el director, conocido por películas como “El laberinto del fauno”. Su declaración más impactante llegó al comparar la emoción con una forma de rebeldía: “La emoción es el nuevo punk, es algo a lo que la gente no se arriesga, pero nosotros sí”.
La colaboración entre Del Toro y Desplat ha dado frutos en cintas como “La forma del agua” y “Pinocho”. Ahora, ambos trabajan en la banda sonora de “Frankenstein”, la nueva película del mexicano que promete sorprender al público este año. Su química creativa se basa en una pasión compartida por la música y el cine.
Del Toro reveló que su amor por la música es profundo, al punto de que el 90 por ciento de lo que escucha son bandas sonoras. Recordó que sus primeros discos fueron composiciones para películas, como “El padrino”, cuya música de Nino Rota marcó su vida. Para él, una buena banda sonora puede evocar una película entera con solo cerrar los ojos.
Por su parte, Desplat elogió la sensibilidad musical de Del Toro, destacando que el director edita sus películas sin música inicialmente para dejar que el filme “hable” y revele lo que necesita. Esta apertura a las sugerencias ha fortalecido su colaboración, permitiendo que las bandas sonoras refuercen la narrativa emocional de sus historias.
El director también subrayó la relevancia de la música en el cine, un arte que considera esencial para conectar con las audiencias. Su enfoque visceral y auténtico resuena en un momento en que la industria a menudo prioriza lo comercial sobre lo emocional.
La charla en Cannes no solo fue una masterclass sobre música, sino un recordatorio del poder del arte para mover corazones. Del Toro y Desplat demostraron que arriesgarse a ser emocional es un acto de valentía en el cine actual.
Con “Frankenstein” en el horizonte, los fans de Del Toro esperan otra obra maestra que combine su visión única con una banda sonora inolvidable. Su paso por Cannes reafirma su lugar como uno de los cineastas más influyentes y queridos del mundo.