Esther Luna, candidata número 45 a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha destacado su compromiso con la defensa de los grupos más vulnerables de Chihuahua y México. En una reciente declaración, aseguró que su trayectoria como abogada y su experiencia en el ámbito judicial la han preparado para asumir un papel clave en la protección de los derechos humanos.
Originaria de Chihuahua, Luna enfatizó que su candidatura busca representar a las personas que históricamente han sido marginadas. Su propuesta incluye fortalecer el acceso a la justicia para comunidades indígenas, mujeres víctimas de violencia y menores en situación de vulnerabilidad. Según la candidata, estas poblaciones enfrentan barreras sistemáticas que requieren una atención urgente.
Durante su carrera, Luna ha trabajado en casos relacionados con la defensa de derechos humanos, particularmente en el ámbito local. Su labor como litigante le ha permitido conocer de cerca las problemáticas que enfrentan los ciudadanos en Chihuahua, desde la discriminación hasta la falta de recursos legales. Esta experiencia, dice, la motiva a buscar un cambio desde la Suprema Corte.
Uno de los puntos centrales de su propuesta es la creación de mecanismos que faciliten la presentación de denuncias para personas en situación de pobreza. Luna señaló que muchas víctimas no denuncian por falta de recursos o desconfianza en el sistema judicial. Su plan incluye promover una plataforma digital accesible para recibir quejas y agilizar procesos legales.
La candidata también hizo hincapié en la necesidad de una justicia con perspectiva de género. En Chihuahua, donde los casos de violencia contra las mujeres han sido una constante, Luna propone capacitar a jueces y funcionarios para que manejen estos casos con sensibilidad y eficacia. Este enfoque, asegura, podría reducir la impunidad en delitos de género.
Otro aspecto de su campaña es la defensa de los derechos de las comunidades indígenas. Luna destacó que estas poblaciones enfrentan una doble discriminación, tanto por su origen étnico como por su situación económica. Propone trabajar en conjunto con organizaciones locales para garantizar que sus derechos sean respetados en los tribunales.
En cuanto a su preparación, Luna cuenta con una sólida formación académica y experiencia en el Poder Judicial. Ha participado en foros y conferencias sobre derechos humanos, lo que le ha permitido construir una visión integral de los retos que enfrenta el sistema de justicia en México. Su candidatura, asegura, es una oportunidad para llevar estas ideas a un nivel nacional.
La elección de los nuevos ministros de la Suprema Corte, programada para el próximo mes, será un momento clave para el futuro del Poder Judicial. Luna se presenta como una opción que combina experiencia local con una visión progresista, enfocada en los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Con un discurso centrado en la empatía y la justicia social, Esther Luna busca ganarse la confianza de los ciudadanos. Su mensaje resuena en un contexto donde la desigualdad y la falta de acceso a la justicia siguen siendo problemas estructurales en México.

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Esther Luna, candidata a ministra de la Suprema Corte, promete defender a los más vulnerables
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