Un grave incidente sacudió las aguas de Nueva York cuando el Buque Escuela Cuauhtémoc, orgullo de la Armada de México, chocó contra un muelle cerca del puente de Brooklyn. El accidente, ocurrido durante una maniobra de zarpe, dejó al descubierto serias fallas en el control del navío. Según un funcionario, el timón presentó un desperfecto que hizo imposible mantener el rumbo, desencadenando el caos.
El impacto no solo dañó la estructura del buque, sino que también dejó a 22 tripulantes heridos, tres de ellos en estado grave. La Secretaría de Marina confirmó que los afectados reciben atención médica en hospitales locales, mientras las autoridades navales y de Nueva York investigan el incidente. Videos grabados por testigos muestran el momento exacto en que el Cuauhtémoc se desvía y colisiona, generando asombro entre los presentes.
El funcionario, cuya identidad no fue revelada, aseguró que el buque “no se suponía que fuera en esa dirección”. La falla en el timón, según su testimonio, fue la causa principal de la pérdida de control. Este incidente pone en tela de juicio los protocolos de mantenimiento y seguridad de la Armada mexicana, que ahora enfrenta críticas por lo ocurrido.
La Secretaría de Marina emitió un comunicado afirmando que ningún tripulante cayó al agua, descartando la necesidad de operaciones de rescate. Sin embargo, el daño al Cuauhtémoc es significativo, y su crucero de entrenamiento quedó suspendido indefinidamente. La revisión del estado del personal y el material está en curso, con apoyo de autoridades locales.
La coordinación entre México y Estados Unidos se ha intensificado para atender a los heridos. El embajador mexicano en Washington y el alcalde de Nueva York están en contacto con la Marina para garantizar que los tripulantes reciban el mejor cuidado. Mientras tanto, el director de la Escuela Naval mantiene comunicación con las familias de los cadetes afectados.
El Buque Escuela Cuauhtémoc, conocido como el “Embajador y Caballero de los Mares”, es un símbolo de la formación naval mexicana. Este accidente no solo afecta su prestigio, sino que también genera preocupación sobre la preparación de los futuros oficiales de la Armada. La suspensión del crucero podría retrasar el entrenamiento de los cadetes a bordo.
Las imágenes del choque, que se viralizaron en redes sociales, muestran la magnitud del percance. Testigos describieron el momento como “impactante”, con el buque desviándose sin control hacia el muelle. La investigación determinará si hubo negligencia en el mantenimiento del timón o si se trató de un fallo imprevisto.
Este incidente se suma a otros desafíos que enfrenta la Armada mexicana, como la modernización de su flota y la capacitación de su personal. Mientras las autoridades trabajan para esclarecer los hechos, el accidente del Cuauhtémoc permanece en el centro de la atención, dejando preguntas sobre la seguridad en las operaciones navales.