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¡ROSA ICELA EN EL VATICANO! EL GOBIERNO DE SHEINBAUM BUSCA LLEVAR AL PAPA A MÉXICO

La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ha llegado al Vaticano con una misión que ha levantado todo tipo de comentarios: entregar una carta de la presidenta Claudia Sheinbaum para invitar al papa León XIV a visitar México. Este viaje, que coincide con la misa de inicio del pontificado del nuevo líder de la Iglesia Católica, está cargado de simbolismo y expectativas.
La carta, según lo anunciado por la propia Sheinbaum, es una invitación formal para que el papa León XIV pise tierras mexicanas en una fecha que él considere oportuna. Sin embargo, detrás de este gesto diplomático, hay quienes cuestionan si el gobierno de Morena busca aprovechar la figura papal para ganar reflectores en un momento de tensiones internas y críticas por su gestión.
Rosa Icela Rodríguez no viajó sola. Se reunió con Alberto Medardo Barranco Chavarría, embajador de México ante la Santa Sede, para afinar los detalles de esta entrega. La secretaria también asistirá a la ceremonia masiva que marca el comienzo oficial del pontificado de León XIV, un evento que reunirá a miles de fieles y representantes de gobiernos de todo el mundo.
El nuevo papa, elegido el pasado 8 de mayo tras la muerte de Francisco, ha generado expectativas por su perfil. Robert Prevost, ahora León XIV, es un cardenal estadounidense con raíces peruanas, conocido por su cercanía con las causas de los pobres y los migrantes. México, como el segundo país con más católicos en el mundo, ve en esta invitación una oportunidad para reforzar lazos con el Vaticano.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. La decisión de Sheinbaum de enviar a Rodríguez en lugar de asistir personalmente a la misa del 18 de mayo ha generado críticas. Algunos sectores consideran que esto refleja una falta de prioridad hacia un evento de relevancia global, mientras que otros lo ven como una estrategia para mantener el enfoque en la agenda interna del país.
La relación entre México y el Vaticano ha sido históricamente significativa. Con 111 millones de católicos, el país es un pilar para la Iglesia Católica, solo superado por Brasil. Las visitas de papas anteriores, como Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, han sido eventos que han marcado la vida social y política del país.
Este movimiento del gobierno de Sheinbaum también se interpreta como un intento de proyectar una imagen de apertura y diálogo en el escenario internacional. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar, con voces que señalan que el gobierno debería enfocarse en resolver problemas urgentes como la inseguridad y la economía antes de buscar gestos diplomáticos de alto perfil.
La entrega de la carta, ya sea en persona o a través de los canales oficiales del Vaticano, será un momento clave para medir la respuesta de León XIV. Por ahora, el gobierno de México espera que este acercamiento abra la puerta a una futura visita papal, aunque la fecha y las condiciones dependerán exclusivamente de la agenda del nuevo pontífice.
Mientras tanto, en México, la ciudadanía observa con atención. Para muchos, una visita del papa podría ser un momento de unidad y reflexión, pero para otros, no es más que un distractor frente a los retos que enfrenta el país bajo el liderazgo de Morena.
El Vaticano, por su parte, no ha emitido comentarios oficiales sobre la invitación. La mirada está puesta en León XIV y en cómo este nuevo capítulo de la Iglesia Católica podría influir en la relación con México, un país donde la fe y la política siempre han ido de la mano.

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