El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, señaló que el Vaticano podría convertirse en un lugar crucial para las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Esta declaración se dio durante una visita a Roma, donde Rubio se reunió con autoridades de la Santa Sede.
La propuesta retoma una oferta de larga data del Vaticano, reforzada por el papa León XIV, quien prometió hacer “todo esfuerzo” para contribuir al fin de la guerra. Rubio destacó la disposición de la Santa Sede para facilitar el diálogo entre las partes en conflicto.
En sus declaraciones, Rubio aclaró que no ve al Vaticano como un mediador directo, sino como un espacio neutral donde ambas partes podrían sentirse cómodas para negociar. Este enfoque busca generar confianza en un proceso de paz complejo y lleno de tensiones.
Durante su visita, Rubio se reunió con el cardenal Matteo Zuppi, encargado del Vaticano para temas relacionados con Ucrania. En el encuentro, discutieron posibles formas en que la Santa Sede podría apoyar las conversaciones y actualizarse sobre los avances recientes.
El secretario de Estado también expresó su agradecimiento al Vaticano por su papel en esfuerzos previos, como los intercambios de prisioneros y la ayuda para repatriar a niños ucranianos. Estas acciones han sido un pilar en el trabajo humanitario de la Santa Sede.
Rubio subrayó la importancia de explorar todas las opciones para lograr un alto al fuego. La guerra, que ha causado miles de muertes y desplazamientos, requiere soluciones urgentes, y el Vaticano podría ser un escenario clave para acercar posturas.
El contexto de estas declaraciones incluye recientes intentos de diálogo en Estambul, que no han prosperado. La propuesta del Vaticano surge como una alternativa para revitalizar las negociaciones en un entorno de mayor neutralidad.
La reunión de Rubio con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, también abordó la situación en Ucrania. Parolin reafirmó la disposición de la Santa Sede para albergar conversaciones, siempre con la discreción necesaria.
Este movimiento refleja el interés de Estados Unidos por buscar soluciones diplomáticas al conflicto. La participación del Vaticano podría ser un paso significativo hacia un acuerdo que ponga fin a la violencia.
La comunidad internacional observa con atención estos desarrollos, mientras el conflicto en Ucrania sigue generando impactos globales. La posibilidad de que el Vaticano sea un punto de encuentro abre una nueva esperanza para la paz.