En un golpe sin precedentes contra el narcotráfico, las fuerzas de seguridad de Guatemala irrumpieron en una vivienda en San José Pinula, a pocos kilómetros de la capital, donde descubrieron un laboratorio dedicado a la producción de drogas sintéticas.
El operativo, llevado a cabo por la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público, resultó en la detención de cuatro personas, entre ellas un ciudadano mexicano identificado como Irán Sánchez León, de 45 años.
Junto al mexicano, fueron arrestados tres guatemaltecos: Hans Carrera, Michael Mita y César Sazo, quienes ahora enfrentan cargos relacionados con la fabricación y distribución de narcóticos.
En el lugar, las autoridades confiscaron 132 canecas con precursores químicos, armas de fuego, documentos y equipo especializado para la elaboración de drogas sintéticas, evidenciando la magnitud de la operación ilícita.
El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, calificó este decomiso como un “golpe histórico” al crimen organizado, destacando el compromiso de Guatemala en la lucha contra el narcotráfico.
La vivienda, ubicada en una zona residencial, había pasado desapercibida hasta que las investigaciones condujeron a las autoridades a este punto clave en la red de producción de drogas.
Este caso pone en alerta a la región, ya que la presencia de laboratorios clandestinos señala la expansión de redes criminales transnacionales que operan entre México y Centroamérica.
Las autoridades guatemaltecas han anunciado que continuarán las investigaciones para desarticular por completo esta red y determinar posibles conexiones con otros grupos delictivos.
El decomiso y las detenciones refuerzan la necesidad de una cooperación regional más estrecha para combatir el tráfico de drogas, un problema que afecta a múltiples países de América Latina.