La tarde del jueves, el municipio de Guachochi, en la sierra de Chihuahua, se convirtió en escenario de una violenta balacera que dejó a los habitantes sumidos en el temor. Según reportes, intensas detonaciones de arma de fuego resonaron en diversos puntos de la localidad, acompañadas por la presencia de un vehículo calcinado y cientos de casquillos esparcidos en la escena.
La Fiscalía General del Estado confirmó que, tras los enfrentamientos, no se reportaron víctimas mortales. Sin embargo, el hallazgo de un vehículo tipo vagoneta completamente quemado en el periférico Sierra Tarahumara desató alarma. El automóvil, abandonado a un costado de la carretera, presentaba daños totales y series ilegibles, lo que impidió su identificación inmediata debido a las llamas.
En el lugar, personal de Servicios Periciales aseguró un total de 342 casquillos percutidos de calibre 7.62×39, dos casquillos de 9 mm y tres cartuchos útiles del mismo calibre. Además, se localizó una pistola, evidencia que apunta a la magnitud del enfrentamiento. Estos hallazgos reflejan la gravedad de la situación en una región donde la violencia no da tregua.
La balacera generó pánico entre los pobladores, quienes reportaron a través de redes sociales la presencia de vehículos incendiados y convoyes armados circulando por el municipio. Un mensaje anónimo, atribuido a un grupo armado, circuló en línea, advirtiendo sobre posibles acciones violentas en calles específicas durante la noche, lo que incrementó la incertidumbre.
Las autoridades de los tres niveles de gobierno se mantienen en alerta, aunque hasta el momento no han emitido un informe detallado sobre los hechos. La falta de claridad en las acciones para contener la violencia ha dejado a los habitantes de Guachochi en un estado de constante preocupación, exigiendo respuestas y seguridad.
Este incidente se suma a una serie de eventos violentos que han azotado la región en los últimos meses. Enfrentamientos armados, detenciones de presuntos criminales y hallazgos de cuerpos sin vida son una constante en Guachochi, un municipio donde la tranquilidad parece cada vez más lejana.
La inseguridad en Chihuahua sigue siendo un problema sin solución aparente. Mientras las balas resuenan en las calles, los ciudadanos se preguntan cuánto tiempo más deberán vivir bajo la sombra de la violencia. La ausencia de estrategias efectivas para combatir el crimen organizado mantiene a la población en vilo.
Guachochi, conocido por su riqueza cultural y natural, se ve opacado por estos episodios que reflejan el abandono de las autoridades. Los habitantes claman por un cambio, pero la realidad apunta a un panorama donde la violencia sigue marcando el ritmo de la vida diaria.