Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

La Secretaría de la Función Pública (SFP) intensifica esfuerzos para agilizar los trámites del Gobierno del Estado, pero ¿realmente cumplirá con las expectativas de los ciudadanos? En un nuevo intento por mejorar la eficiencia administrativa, la SFP ha puesto en marcha acciones de acompañamiento y asesoría técnica a las dependencias estatales, enfocándose en la actualización del Registro Estatal de Trámites y Servicios (RETyS) 2025.

El objetivo, según la SFP, es garantizar que los procesos burocráticos sean más rápidos y transparentes. Sin embargo, en un contexto donde la ciudadanía demanda resultados inmediatos, estas promesas suenan familiares. La actualización del RETyS busca simplificar los procedimientos, pero no es la primera vez que se anuncian medidas similares sin cambios tangibles para los usuarios.
La SFP asegura que su trabajo se centra en capacitar a las dependencias para que cumplan con los estándares de eficiencia. Esto incluye revisiones detalladas de los trámites existentes y la eliminación de requisitos innecesarios. No obstante, la falta de información concreta sobre los avances reales genera escepticismo entre los ciudadanos, quienes han enfrentado largos tiempos de espera en el pasado.
Otro punto clave es la digitalización de los servicios. La SFP promete integrar plataformas tecnológicas para facilitar el acceso a los trámites. Aunque la idea suena prometedora, la implementación de estas herramientas ha sido un reto en otras ocasiones, con sistemas que no siempre funcionan como se espera o que no son accesibles para todos.
La transparencia también está en la mira. La SFP destaca que estas acciones buscan reducir los espacios para la corrupción, un problema que ha afectado a los procesos administrativos en el pasado. Sin embargo, sin un mecanismo claro de rendición de cuentas, estas declaraciones podrían quedarse en buenas intenciones.
En el caso de Chihuahua, la SFP ha destacado por otras iniciativas recientes, como capacitaciones para garantizar el uso correcto de recursos públicos. Estas acciones, aunque necesarias, no siempre se traducen en beneficios directos para la ciudadanía, que sigue lidiando con trámites engorrosos y lentos.
La pregunta que queda en el aire es si estas medidas realmente transformarán la experiencia de los ciudadanos o si serán otro anuncio más que se diluye con el tiempo. La SFP tiene la oportunidad de demostrar que sus esfuerzos van más allá de la retórica, pero el historial de promesas incumplidas no juega a su favor.
Mientras tanto, los habitantes de Chihuahua esperan resultados concretos. La agilidad en los trámites no solo es una cuestión de eficiencia, sino de respeto al tiempo y los derechos de los ciudadanos. La SFP está bajo la lupa, y solo el tiempo dirá si estas acciones marcarán una diferencia real.

Compartir:

Noticias Relacionadas