En el Día de San Isidro Labrador, los ganaderos de Chihuahua se reunieron en una emotiva misa para pedir por la lluvia que tanto necesitan. La sequía extrema que azota al estado ha puesto en jaque al sector, y los productores no pierden la esperanza de que el cielo traiga alivio a sus tierras.
La ceremonia tuvo lugar en las instalaciones de la Asociación Ganadera Local de Chihuahua. Decenas de familias ganaderas se congregaron para agradecer por su trabajo y rogar por la salud de su ganado, que sufre las consecuencias de la falta de agua y pastos.
El sacerdote Alberto Soto, de la parroquia de la Santísima Trinidad, ofició la misa. En su homilía, destacó la importancia de mantener la fe en tiempos difíciles. Recordó a los presentes que San Isidro Labrador es un ejemplo de perseverancia y confianza en Dios, incluso en las labores más sencillas del campo.
La sequía en Chihuahua no es un problema nuevo, pero este año ha alcanzado niveles críticos. En 2024, el estado apenas captó 243.7 milímetros de lluvia, una cifra muy por debajo de años anteriores como 2021 o 2022, cuando las precipitaciones superaron los 400 milímetros.
La falta de agua ha golpeado duro al sector ganadero. Sin pastos suficientes, los productores enfrentan dificultades para alimentar a sus animales. Muchos han tenido que recurrir a apoyos gubernamentales, como la entrega de maíz molido y concentrado lechero, para mantener a flote sus hatos.
El presidente de la Asociación Ganadera Local, Luis Ricardo Terrazas, estuvo presente en la misa junto a miembros del Consejo Directivo. Su liderazgo busca mantener unido al gremio en un momento en que la incertidumbre climática se suma a otros retos, como el reciente cierre de la frontera con Estados Unidos por el gusano barrenador.
Durante la homilía, el sacerdote Soto reflexionó sobre la importancia de alinear el trabajo con valores espirituales. Advirtió que cualquier esfuerzo que no acerque a las personas a Dios podría ser en vano, una idea que resonó entre los ganaderos que buscan esperanza en medio de la adversidad.
La misa no solo fue un acto de fe, sino también un recordatorio de la resiliencia de los ganaderos de Chihuahua. A pesar de las dificultades, estos productores siguen luchando por mantener viva una actividad esencial para la economía y la cultura del estado.
El evento también sirvió para fortalecer los lazos comunit session. Las familias ganaderas compartieron un momento de reflexión y solidaridad, conscientes de que la solución a la sequía no depende solo de ellos, sino también de condiciones climáticas impredecibles.
Mientras los ganaderos de Chihuahua elevan sus plegarias, la situación en el campo sigue siendo crítica. La esperanza de lluvias abundantes permanece, pero la realidad es que el sector necesita más que nunca el apoyo de autoridades y la unión de la comunidad para enfrentar los retos que vienen.

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Ganaderos de Chihuahua claman por lluvia en medio de una sequía devastadora
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