En un nuevo episodio de violencia que sacude a Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, un grupo de sujetos armados atacó a balazos varias cámaras de la Plataforma Centinela, instaladas para reforzar la seguridad en la zona. El incidente ocurrió en las últimas horas, dejando en evidencia la fragilidad de las medidas de vigilancia en la región.
Según reportes locales, las cámaras, parte de un sistema operado por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, fueron blanco de disparos en puntos estratégicos de la ciudad. Este acto no solo daña infraestructura clave, sino que envía un mensaje claro de desafío a las autoridades por parte de grupos delictivos.
El ataque se registró en un contexto de creciente violencia en Cuauhtémoc, donde los índices de criminalidad han ido en aumento. Residentes de la zona expresan su preocupación, ya que las cámaras Centinela eran vistas como una herramienta para disuadir delitos y capturar a responsables de actos violentos.
A pesar de la gravedad del suceso, las autoridades estatales no han emitido un comunicado oficial detallando el alcance de los daños ni las acciones a seguir. Esta falta de respuesta alimenta la percepción de que el gobierno local no tiene un plan claro para enfrentar la escalada de inseguridad.
Testigos del incidente reportaron haber escuchado ráfagas de disparos en las inmediaciones donde estaban instaladas las cámaras. Aunque no se reportaron heridos, el hecho generó temor entre los habitantes, quienes temen que la violencia continúe sin control.
Este no es el primer ataque contra infraestructura de seguridad en Chihuahua. Hace apenas unos meses, en el municipio de Coyame, otras cámaras Centinela fueron destruidas de manera similar, sin que hasta ahora se haya detenido a los responsables.
La Plataforma Centinela, que incluye cámaras y unidades móviles conocidas como “escorpiones”, ha sido promovida como una solución para reducir la delincuencia. Sin embargo, hechos como este muestran que los grupos criminales no solo actúan con impunidad, sino que buscan desactivar los sistemas de vigilancia.
La inseguridad en Cuauhtémoc se suma a una serie de incidentes violentos en el estado, incluyendo homicidios y balaceras en plena luz del día. La ciudadanía exige respuestas concretas y acciones efectivas para recuperar la tranquilidad en sus calles.
Mientras tanto, la destrucción de las cámaras deja a la ciudad aún más vulnerable, con menos herramientas para monitorear y prevenir el crimen. La situación pone en entredicho la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de los habitantes.