En Jalisco, las autoridades estatales han reforzado las medidas para evitar la llegada del gusano barrenador, una plaga que amenaza la salud del ganado y la economía ganadera. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del estado ha implementado un plan integral para blindar la región frente a esta enfermedad, que ya ha causado estragos en otras partes de México y Centroamérica.
El secretario de Agricultura, Eduardo Ron Ramos, ha liderado las acciones preventivas, que incluyen la capacitación de médicos veterinarios y ganaderos. Estas iniciativas buscan detectar a tiempo cualquier caso sospechoso y evitar que la plaga se propague. Aunque Jalisco no ha registrado casos confirmados, la cercanía de brotes en estados del sur, como Chiapas, ha encendido las alertas.
Una de las estrategias clave es el fortalecimiento de los puntos de verificación e inspección en las carreteras. En estos sitios, se revisa minuciosamente el ganado que ingresa al estado, especialmente el proveniente de regiones del sur donde la plaga está activa. La inspección visual y documental es esencial para garantizar que los animales estén libres de larvas.
Además, Jalisco planea adquirir perros entrenados para detectar el gusano barrenador. Estos animales serán una herramienta innovadora para agilizar las labores de prevención y mejorar la capacidad de respuesta ante cualquier riesgo. La próxima semana, un nuevo equipo de médicos veterinarios será enviado a la frontera sur para reforzar las acciones en esa zona crítica.
La Secretaría de Agricultura ha intensificado las capacitaciones diarias, no solo para su personal, sino también para los ganaderos y engordadores. Este esfuerzo busca crear una red de vigilancia que permita identificar rápidamente cualquier signo de la plaga. Los ganaderos han sido instruidos para revisar cuidadosamente el ganado que llega de otras regiones.
Juan Arenas Covarrubias, presidente de la Asociación de Engordadores Especializada para Bovinos de Engorda de Tlaquepaque, destacó que Jalisco está en proceso de reclasificación sanitaria. Esto significa que, aunque no exporta grandes cantidades de ganado a Estados Unidos, mantener el estado libre de la plaga es crucial para proteger los precios del mercado local.
El impacto económico del gusano barrenador es una preocupación constante. En otros estados, como Durango, el cierre de la frontera de Estados Unidos a las exportaciones de ganado ha generado pérdidas millonarias. En Jalisco, las autoridades buscan evitar un escenario similar, ya que un brote podría abaratar el precio del ganado, que actualmente ronda los 82.83 pesos por kilo para un becerro de 200 kilogramos.
José Antonio Ruelas Pérez, presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco, confirmó que no se han detectado casos positivos en el estado. Sin embargo, se han investigado casos sospechosos, todos descartados tras análisis. Esta vigilancia constante refleja el compromiso de los ganaderos y las autoridades para mantener a Jalisco como una zona libre de la plaga.
Las medidas preventivas también incluyen la colaboración con la Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria. Estas instituciones trabajan en conjunto para alinear los protocolos y garantizar una comunicación clara con los productores.
El gobierno de Jalisco espera que estas acciones sirvan como un modelo para otras regiones del país. La combinación de tecnología, capacitación y vigilancia busca no solo proteger la ganadería local, sino también contribuir a los esfuerzos nacionales para contener el avance del gusano barrenador.

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Jalisco intensifica la lucha contra el gusano barrenador para proteger su ganadería
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