En un nuevo episodio de violencia que sacude al estado de Chihuahua, un grupo armado derribó un arco Centinela en el seccional de Las Varas, municipio de Madera. La estructura, destinada a reforzar la seguridad con cámaras de videovigilancia, fue atacada en un claro desafío a las autoridades.
La Secretaría de Seguridad Pública Estatal confirmó que el arco, identificado como el número 83, aún no tenía instalado el equipo completo de monitoreo. Según el vocero Jorge Armendáriz, los criminales aprovecharon que solo estaba la estructura metálica para llevar a cabo el ataque.
Este incidente pone en evidencia la lucha de los grupos delictivos por mantener el control de la zona. Las Varas, una región marcada por la presencia de organizaciones criminales, se ha convertido en un punto caliente de la inseguridad en Chihuahua.
Las autoridades estatales aseguraron que ya se realiza un operativo para dar con los responsables. Sin embargo, la falta de avances concretos en la captura de los culpables genera preocupación entre los habitantes de Madera.
El ataque al arco Centinela no es un hecho aislado. En los últimos años, la región ha sido escenario de enfrentamientos, ejecuciones y otros actos violentos que reflejan la debilidad de las estrategias de seguridad.
Jorge Armendáriz señaló que los grupos criminales buscan evitar a toda costa la instalación de tecnología de vigilancia. Este tipo de acciones demuestra el poder que aún ejercen en zonas rurales del estado.
A pesar del ataque, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal afirmó que los trabajos para instalar los arcos Centinela continuarán. Se espera que el proyecto esté completamente operativo antes de que termine el año.
La población de Las Varas y comunidades cercanas vive con temor ante el aumento de la violencia. La destrucción del arco Centinela es un recordatorio de los retos que enfrenta Chihuahua para garantizar la seguridad.
Este nuevo acto delictivo pone en duda la efectividad de las autoridades para combatir el crimen organizado. La ciudadanía exige respuestas y acciones contundentes para frenar la ola de inseguridad.
Mientras tanto, Madera sigue atrapada en una espiral de violencia que parece no tener fin. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo se logrará recuperar la paz en la región?