Jonathan Maldonado Hernández, un maestro normalista que sobrevivió al brutal ataque en Iguala en 2014, murió el pasado 6 de mayo en un hospital privado de Toluca, Estado de México, sin apoyo alguno de las autoridades. El Colectivo Nacional de Sobrevivientes del Caso Ayotzinapa denunció que el gobierno federal dejó a Maldonado en el olvido, a pesar de su invaluable colaboración en las investigaciones del caso.
La noche del 26 de septiembre de 2014, Maldonado fue uno de los 20 normalistas heridos en los ataques perpetrados por el grupo criminal Guerreros Unidos, la Policía Municipal de Iguala y la Policía Federal. Un balazo le arrancó varios dedos de la mano derecha, dejándolo con secuelas físicas y emocionales que nunca fueron atendidas adecuadamente.
El colectivo señaló que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) negó a Maldonado apoyo psicológico y psiquiátrico desde 2014. Sin acceso a rehabilitación médica para su mano ni a atención en hospitales públicos, el normalista vivió sus últimos días sumido en la depresión y la ansiedad, cargando el estigma de haber sobrevivido.
A pesar de su dolor, Maldonado colaboró activamente en las investigaciones del caso Ayotzinapa. Su testimonio fue clave para el arresto de policías municipales, estatales, federales, militares y miembros del crimen organizado. Sin embargo, los gobiernos de Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum no le brindaron el respaldo prometido.
El Colectivo Nacional de Sobrevivientes acusó al gobierno federal de incumplir incluso con el compromiso de cubrir los gastos funerarios de Maldonado. Esta falta de acción refleja, según el grupo, el desdén hacia las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos en México.
El caso Ayotzinapa, que dejó 43 estudiantes desaparecidos, tres asesinados y decenas de heridos, sigue sin resolverse tras más de una década. La muerte de Maldonado pone en evidencia la negligencia de las autoridades ante los sobrevivientes, quienes enfrentan no solo el trauma, sino también el abandono institucional.
El colectivo cuestionó el trato que México da a quienes han luchado por justicia. “¿Es así como se trata a las víctimas de un caso que no ve luz desde hace más de 10 años?”, reprocharon, destacando la falta de dignidad en el manejo de un caso que marcó la historia del país.
La tragedia de Jonathan Maldonado no es solo la pérdida de una vida, sino un recordatorio de las promesas vacías del gobierno. Mientras las autoridades se llenan la boca con discursos de justicia, los sobrevivientes de Ayotzinapa siguen esperando respuestas y apoyo que nunca llegan.

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Fallece normalista de Ayotzinapa en el abandono total del gobierno
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