Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

¡Escándalo en el horizonte! México se lanza con todo contra el impuesto a remesas que pretende imponer Estados Unidos

La presidenta Claudia Sheinbaum y su gobierno han decidido no quedarse de brazos cruzados ante la propuesta de Estados Unidos de imponer un impuesto del 5% a las remesas que envían los migrantes mexicanos. Este plan, impulsado por congresistas republicanos, ha desatado una ola de críticas en México, y el gobierno de Morena ya mueve sus piezas para frenarlo.
El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, están en pláticas directas con legisladores estadounidenses. La estrategia es clara: evitar a toda costa que este impuesto, que afectaría a millones de familias mexicanas, se concrete.
Sheinbaum ha calificado la iniciativa como “inconstitucional” y una “injusticia discriminatoria”. Según la mandataria, los migrantes mexicanos ya pagan impuestos en Estados Unidos, por lo que este nuevo gravamen sería un golpe bajo no solo para México, sino para varios países de América Latina que dependen de estas remesas.
El Senado mexicano no se ha quedado atrás. La Junta de Coordinación Política rechazó de manera unánime la propuesta, calificándola de arbitraria. Incluso se plantea enviar una comisión de senadores a Washington para negociar directamente con los congresistas y exponer los daños que esta medida causaría.
Las remesas son un pilar fundamental de la economía mexicana. En 2024, México recibió un récord de 64 mil 746 millones de dólares, y en el primer trimestre de 2025, la cifra alcanzó los 14 mil 269 millones. Este dinero es el sustento de millones de familias, especialmente en estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde representa más del 10% del PIB local.
Expertos advierten que el impuesto no solo reduciría el monto de las remesas, sino que podría empujar a los migrantes a usar canales informales para enviar dinero, lo que complicaría aún más el panorama. La solidaridad de los mexicanos en el exterior, que incluso en crisis como la del 2020 no dejaron de enviar recursos, está en riesgo.
El gobierno de Sheinbaum apuesta por una ofensiva diplomática. Además de las negociaciones, México prepara una nota diplomática y documentos técnicos para argumentar en contra de la propuesta. La idea es demostrar que este impuesto dañaría no solo a México, sino también a la economía estadounidense, que se beneficia del trabajo de los migrantes.
La tensión entre México y Estados Unidos crece, y este tema promete ser uno de los más candentes en los próximos meses. Mientras Morena y sus aliados alzan la voz, las familias mexicanas esperan que esta amenaza no se materialice y que el esfuerzo de sus seres queridos en el extranjero no sea castigado.

Compartir:

Noticias Relacionadas