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Banco de México recorta la tasa de interés a 8.5% en mayo de 2025

El Banco de México anunció un nuevo recorte a la tasa de interés interbancaria, dejándola en 8.5% a partir del 16 de mayo de 2025. La decisión, tomada por unanimidad por la Junta de Gobierno, marca el séptimo recorte consecutivo desde marzo de 2024, acumulando una reducción de 275 puntos base desde el máximo de 11.25%.
Este ajuste refleja el avance en el proceso desinflacionario en el país. La inflación general cerró 2024 en 4.21%, por debajo de las expectativas, y se espera que promedie 3.3% para el último trimestre de 2025, acercándose a la meta del banco central de 3%. Sin embargo, la institución mantiene una postura cautelosa ante posibles riesgos.
Entre los factores que justifican este recorte, Banxico destacó la desaceleración económica observada desde finales de 2023. En el cuarto trimestre de 2024, la economía mexicana registró una contracción del 0.55%, y las proyecciones de crecimiento para 2025 se ajustaron a la baja, de 1.2% a 0.6%, con un rango que incluye la posibilidad de una contracción.
La gobernadora Victoria Rodríguez Ceja explicó que la política monetaria busca adaptarse a las nuevas condiciones económicas. Aunque el entorno inflacionario permite estos ajustes, el banco central subrayó que la postura monetaria seguirá siendo restrictiva para garantizar la estabilidad de los precios en el mediano plazo.
Entre los riesgos al alza para la inflación, Banxico señaló la persistencia de la inflación subyacente, una mayor depreciación del peso, y posibles disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales, como los aranceles propuestos por el gobierno de Estados Unidos. Estos factores podrían complicar el panorama económico.
Por otro lado, los riesgos a la baja incluyen una actividad económica más débil de lo esperado y un menor impacto de la depreciación cambiaria en los precios. Banxico indicó que el balance de riesgos para la inflación sigue sesgado al alza, lo que exige un manejo prudente de la política monetaria.
La decisión de mayo llega en un contexto de tensiones comerciales con Estados Unidos, donde persiste la amenaza de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas. Estas políticas podrían generar un impacto significativo en la economía, aunque sus efectos sobre la inflación son inciertos, con presiones tanto al alza como a la baja.
Analistas del sector financiero, como los de Monex, consideran que este recorte era previsible y anticipan que Banxico podría mantener el ritmo de ajustes de 50 puntos base en las próximas reuniones, siempre y cuando las condiciones inflacionarias lo permitan. Sin embargo, la incertidumbre global y las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos podrían limitar el margen de maniobra.
El recorte en la tasa de interés busca estimular el consumo y la inversión en un momento de debilidad económica. Para los mexicanos, esto podría traducirse en créditos más accesibles y tasas más bajas en productos financieros, aunque los efectos dependerán de cómo los bancos ajusten sus propias tasas.
Banxico reafirmó su compromiso de vigilar de cerca los indicadores económicos y ajustar su estrategia según sea necesario. La próxima decisión de política monetaria, programada para junio de 2025, será clave para evaluar si el banco central mantiene este ritmo de recortes o adopta una postura más cautelosa ante los desafíos globales.

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