El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su desacuerdo con la designación de Carlo Ancelotti como nuevo entrenador de la selección brasileña de fútbol. En unas declaraciones que han generado revuelo, Lula cuestionó la decisión de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) de contratar al técnico italiano, argumentando que en Brasil existen entrenadores capaces de asumir el cargo.
La CBF anunció el pasado 12 de mayo que Ancelotti, hasta entonces entrenador del Real Madrid, tomará las riendas de la Canarinha a partir de junio. Este movimiento marca la primera vez en casi seis décadas que un extranjero dirigirá al equipo pentacampeón del mundo, lo que ha desatado un debate tanto en el ámbito deportivo como político.
Lula, conocido por su pasión por el fútbol, señaló que Ancelotti nunca ha dirigido a la selección de Italia, su país natal, y sugirió que debería resolver los problemas de su propio equipo nacional, que no clasificó al Mundial de 2022. Estas palabras reflejan una postura crítica hacia la elección de un técnico foráneo para liderar a Brasil.
El presidente propuso un experimento radical: convocar únicamente a jugadores que participen en el campeonato local, el Brasileirão, dejando fuera a estrellas como Vinicius, Rodrygo o Raphinha, quienes juegan en ligas europeas. Según Lula, esto podría demostrar que los futbolistas locales son igual o más competitivos que los que militan en el extranjero.
Ancelotti, por su parte, ya ha comenzado a planificar su etapa al frente de Brasil. Entre sus primeras decisiones está el regreso de Casemiro a la selección y la incorporación de Kaká a su cuerpo técnico. Estas acciones muestran que el italiano está dispuesto a imponer su estilo, a pesar de las críticas.
La llegada de Ancelotti se produce tras la destitución de Dorival Junior, quien dejó el cargo después de una derrota ante Argentina. La CBF busca con este fichaje recuperar el prestigio de la selección, que no ha ganado un Mundial desde 2002, pero la decisión no ha sido bien recibida por todos.
Lula también aprovechó para destacar la calidad de los entrenadores brasileños, insistiendo en que hay talento local suficiente para liderar a la Canarinha. Sus comentarios han reavivado la discusión sobre la identidad del fútbol brasileño y el papel de los técnicos extranjeros en el país.
El nombramiento de Ancelotti, quien cuenta con un historial impresionante en clubes europeos, representa un cambio significativo para Brasil. Sin embargo, las palabras de Lula reflejan un sentir nacionalista que podría influir en la percepción de los aficionados sobre esta nueva era en la selección.