La senadora Lilly Téllez, del Partido Acción Nacional, desató una tormenta en la Comisión Permanente del Congreso al exponer lo que calificó como las hipocresías de los legisladores de Morena. Durante una sesión en la Ciudad de México, Téllez no se guardó nada y señaló directamente a figuras clave del partido oficialista, acusándolas de contradecir los principios de austeridad que tanto pregonan.
El detonante fue un homenaje al expresidente de Uruguay, conocido por su vida austera. Téllez aprovechó el momento para cuestionar cómo los morenistas pueden alabar esa austeridad mientras defienden a políticos con estilos de vida ostentosos. Uno de sus blancos fue Manuel Bartlett, a quien acusó de acumular propiedades que contrastan con el discurso de humildad del partido.
No se detuvo ahí. La senadora apuntó contra Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, a quien reprochó disfrutar de una vida de “hiperlujo” con recursos públicos. También mencionó a Rocío Nahle y sus caravanas de camionetas, así como a la senadora Andrea Chávez, quien, según Téllez, presume una camioneta blindada de última generación.
Adán Augusto López, coordinador de Morena, también recibió críticas. Téllez lo acusó de viajar en primera clase y lo cuestionó directamente sobre supuestos vínculos con el crimen organizado, preguntándole si aún tenía visa para entrar a Estados Unidos. Estas palabras incendiaron el ambiente en el Senado.
La tensión escaló cuando Téllez, desde su escaño, interrumpió a Noroña y exigió que comprobara los detalles de un reciente viaje a Estrasburgo, Francia. Los gritos de la panista fueron tan persistentes que Noroña, visiblemente molesto, pidió a la bancada del PAN que la controlara, pero no hubo forma de calmarla.
La sesión se volvió caótica. Noroña intentó defenderse, asegurando que nunca ha robado “un solo centavo”, pero Téllez no cedió. Cuando Adán Augusto subió a la tribuna para responder, la senadora lo interrumpió constantemente, lanzando preguntas sobre cárteles y su estatus migratorio, lo que desató más confrontaciones.
El colmo llegó cuando Adán Augusto contraatacó, recordándole a Téllez sus nexos con la televisora de Ricardo Salinas Pliego, a quien, según él, “no deja de añorar”. Este intercambio de acusaciones cruzadas dejó claro que la división entre Morena y la oposición está más viva que nunca.
El presidente del Senado no tuvo más opción que declarar un receso para calmar los ánimos. La sesión, que debía abordar temas legislativos, quedó marcada por el enfrentamiento protagonizado por Téllez, quien no dudó en usar la tribuna para exhibir lo que considera una doble moral en el partido gobernante.
Este episodio refleja la polarización que sigue dominando la política mexicana. Mientras Morena defiende su proyecto de austeridad, figuras como Téllez no pierden oportunidad de señalar lo que ven como contradicciones flagrantes, avivando el debate público.