En un evento que ha capturado la atención mundial, el Papa León XIV recibió al tenista número uno del mundo, Jannik Sinner, en una audiencia privada en el Vaticano. El encuentro, que tuvo lugar en las salas adyacentes al Aula Pablo VI, reunió a dos figuras destacadas: el líder de la Iglesia Católica y el joven prodigio italiano del tenis.
León XIV, conocido por su pasión por el tenis, no ocultó su entusiasmo al saludar a Sinner. Con una sonrisa, el Pontífice comentó que había seguido los recientes triunfos del tenista en el Masters 1000 de Roma. Sinner, por su parte, respondió con humildad: “Sí, lo conseguimos”, en referencia a su victoria más reciente.
Acompañado por su familia y el presidente de la Federación Italiana de Tenis, Angelo Binaghi, Sinner obsequió al Papa una raqueta como la que usa en sus partidos. En un momento distendido, el tenista bromeó: “¿Quiere jugar un poco?”. León XIV, riendo, señaló los valiosos objetos de la sala y respondió: “Aquí no, que todo se rompe”.
El Papa, de 69 años, ha confesado en varias ocasiones su amor por el tenis, un deporte que practicó durante su tiempo en Perú y hasta días antes de ser elegido Pontífice. Según el diario italiano La Gazzetta dello Sport, León XIV tiene un “excelente revés” y es considerado un competidor formidable.
Durante la reunión, Binaghi aprovechó para entregar al Papa réplicas de los trofeos de la Copa Davis y la Billie Jean King Cup, ganados por Italia en 2024. También le otorgó una credencial honorífica de la Federación Italiana de Tenis, reconociendo su entusiasmo por el deporte.
El encuentro no solo destacó por su tono amistoso, sino también por las coincidencias entre ambos. León XIV preguntó a la familia de Sinner si hablaban alemán en casa, a lo que el tenista confirmó que sí, reflejando sus raíces en el Tirol del Sur. Este detalle añadió un toque personal a la audiencia.
Sinner, quien se encuentra en Roma compitiendo en el Masters 1000, tomó un día de pausa para esta visita especial. En una rueda de prensa previa, el tenista expresó su respeto por el Papa: “Es un honor que le guste nuestro deporte”. Sus palabras reflejan la admiración mutua que marcó el encuentro.
León XIV, el primer Papa estadounidense, ha reforzado su imagen como un líder cercano y moderno. Su interés por el tenis, combinado con gestos como este, lo presenta como un Pontífice que conecta con figuras globales y promueve valores de unión a través del deporte.
La audiencia culminó con una sesión de fotos, donde el Papa posó junto a Sinner y los trofeos. Este momento, lleno de simbolismo, subraya la capacidad del deporte para unir a personas de diferentes ámbitos en un mensaje de respeto y admiración mutua.

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El Papa León XIV y Jannik Sinner: un encuentro histórico en el Vaticano
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