La noche del 13 de mayo, la Zona Metropolitana de Guadalajara vivió una nueva ola de desorden vial. La Policía Vial, en coordinación con autoridades municipales y la Policía Metropolitana, retuvo a 76 motociclistas durante un operativo en las avenidas Vallarta, El Bajío y Patria. El motivo: infracciones graves que pusieron en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
El operativo, que se extendió desde las 9:30 de la noche hasta las 2:00 de la madrugada, tuvo como objetivo frenar las imprudencias de los participantes en la conocida Rodada del Terror. Esta actividad, que reúne a cientos de motociclistas, ha generado controversia en años recientes por su impacto en la seguridad y el orden público.
Entre las faltas detectadas, destacan la ausencia de cascos de protección y la falta de documentación en regla, como licencias y placas. Estas irregularidades no solo violan la Ley de Movilidad de Jalisco, sino que representan un peligro para peatones, conductores y los propios motociclistas.
La Rodada del Terror, que se ha realizado durante 14 años, ha sido señalada por causar accidentes y disturbios. En 2023, por ejemplo, dejó un saldo de un muerto, varios heridos y múltiples detenciones, lo que evidencia la falta de control en este tipo de eventos.
Las autoridades informaron que los operativos no son aislados. Desde diciembre de 2024, se han intensificado las acciones conjuntas entre la Policía Vial, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano para garantizar la seguridad vial en la entidad.
A pesar de los esfuerzos, la magnitud de la rodada rebasó las expectativas. Miles de motociclistas se congregaron, y aunque el operativo logró resultados, algunos participantes continuaron circulando de manera imprudente tras la intervención policial.
La Secretaría de Seguridad de Jalisco reiteró su compromiso con la seguridad vial. Sin embargo, la recurrencia de estos eventos pone en duda la efectividad de las medidas para regular a los motociclistas que, en muchos casos, ignoran las normas de tránsito.
El crecimiento del parque de motocicletas en Jalisco, que según el INEGI se triplicó entre 2010 y 2019, agrava el problema. La falta de cultura vial y la tolerancia histórica a las infracciones complican aún más la situación.
Voces ciudadanas en redes sociales han expresado indignación por el caos que generan estas rodadas. Mientras tanto, las autoridades prometen mantener los operativos, aunque la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo se permitirá que estas actividades sigan poniendo en riesgo a la población?
La Rodada del Terror, lejos de ser una simple celebración, se ha convertido en un dolor de cabeza para los habitantes de Guadalajara. La seguridad vial sigue siendo un reto pendiente en el estado.