Un hecho alarmante sacude a San Pedro Garza García: una bebé de apenas meses fue abandonada dentro de un vehículo bajo temperaturas superiores a los 40 grados. El incidente ocurrió en la colonia Del Valle, una de las zonas más exclusivas del municipio, lo que pone en evidencia que la inseguridad y el descuido no distinguen clases sociales.
Según reportes, el hallazgo se dio gracias a un transeúnte que escuchó el llanto de la menor y alertó a las autoridades. La bebé fue encontrada en el asiento trasero de un auto estacionado, con las ventanas cerradas, expuesta a un calor extremo que pudo haberle costado la vida. Paramédicos de la Cruz Roja acudieron de inmediato para estabilizarla.
La pequeña fue trasladada de urgencia a un hospital cercano, donde se reporta en estado delicado debido a deshidratación y síntomas de golpe de calor. Las imágenes del rescate, con la bebé envuelta en una sábana y rodeada de personal médico, han generado indignación entre los habitantes de la zona.
Las autoridades municipales de San Pedro han iniciado una investigación para dar con los responsables de este acto inhumano. Cámaras de seguridad en la zona están siendo revisadas para identificar al propietario del vehículo, un sedán gris que, según fuentes preliminares, no cuenta con reporte de robo.
Este caso pone en el centro del debate la falta de acción para prevenir este tipo de incidentes. A pesar de las altas temperaturas que azotan Nuevo León, no existen campañas visibles ni medidas concretas para alertar sobre los peligros de dejar a menores en vehículos. La omisión de las autoridades locales es evidente.
Vecinos de la colonia Del Valle expresaron su consternación. Algunos señalaron que no es la primera vez que se reportan incidentes de abandono en el municipio, lo que refleja un problema más profundo de negligencia y falta de valores en la sociedad. La pregunta que todos se hacen es: ¿dónde estaban los padres o responsables de la bebé?
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León ya abrió una carpeta de investigación por el delito de abandono de persona. Sin embargo, la lentitud en las indagatorias y la falta de resultados en casos similares generan escepticismo entre la población. La ciudadanía exige justicia para la menor y castigos ejemplares.
Este suceso se suma a una ola de incidentes que evidencian el deterioro de la seguridad en San Pedro, un municipio que presume ser de los más seguros del país. La realidad parece ser otra: la violencia y el descuido están a la orden del día, y las autoridades no logran contener la situación.
La bebé permanece bajo observación médica, y su pronóstico es reservado. Mientras tanto, la sociedad sampetrina se mantiene a la expectativa, esperando que este caso no quede impune y que se tomen medidas para evitar que tragedias como esta se repitan.
La indiferencia de las autoridades y la falta de prevención han quedado al descubierto. Este incidente no solo es un llamado de atención, sino una muestra clara de que la seguridad y el bienestar de los más vulnerables están lejos de ser una prioridad en San Pedro.