El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sorprendido al mundo con un anuncio que marca un cambio radical en la política hacia Siria. En un discurso pronunciado en Riad, Arabia Saudita, confirmó que su administración levantará las sanciones impuestas al país árabe, buscando ofrecer una oportunidad de recuperación tras el colapso del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024. La decisión, presentada como un gesto para apoyar al pueblo sirio, ha generado reacciones encontradas en la comunidad internacional.
La caída de Al Assad, tras más de dos décadas en el poder, fue un evento que estremeció a Medio Oriente. Los rebeldes, liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham, tomaron Damasco en una ofensiva relámpago, forzando al exmandatario a huir a Rusia. Trump atribuyó este cambio a la debilidad de los aliados de Al Assad, como Rusia e Irán, y lo calificó como una oportunidad para replantear la presencia estadounidense en la región. Su anuncio sobre las sanciones busca, según sus palabras, dar a Siria la posibilidad de ser un país grande.
En su discurso, Trump destacó que esta medida forma parte de una nueva estrategia en Medio Oriente. Además, reveló que el secretario de Estado, Marco Rubio, sostendrá una reunión con el ministro de Exteriores sirio, Asaad al Shaibani, en Turquía. Este encuentro será el primero de alto nivel entre Washington y el gobierno de transición sirio, liderado por Ahmed al Shara. La noticia fue recibida con aplausos por los asistentes al foro económico en Riad, donde Trump delineó su visión para la región.
El gobierno interino de Siria, que asumió el control tras la caída de Al Assad, ha expresado su apoyo a la decisión de Trump. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores sirio calificó el anuncio como un paso alentador para aliviar el sufrimiento del pueblo. Las sanciones, originalmente impuestas contra el régimen de Al Assad, han sido señaladas como un obstáculo para la reconstrucción del país, que enfrenta una economía devastada tras años de guerra civil.
Sin embargo, la decisión no está exenta de controversia. Estados Unidos aún considera a Hayat Tahrir al-Sham, el grupo que lidera el gobierno de transición, como una organización terrorista. Este hecho genera dudas sobre cómo se gestionarán las relaciones diplomáticas y si Washington reconocerá oficialmente a las nuevas autoridades en Damasco. Algunos analistas advierten que el levantamiento de sanciones podría fortalecer a grupos islamistas en la región.
Trump también aprovechó su discurso para criticar a su predecesor, Joe Biden, a quien acusó de mostrar debilidad en política exterior. Según el presidente, las acciones de su administración han debilitado a regímenes como el de Irán y han permitido avances como los Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varios países árabes. En este contexto, Trump expresó su confianza en que Arabia Saudita se sume a estos acuerdos en el futuro.
Otro aspecto destacado por Trump fue su mensaje a Irán, al que instó a aceptar negociaciones para evitar una presión máxima. Esta declaración refleja el enfoque de mano dura que el presidente ha mantenido hacia Teherán, mientras busca consolidar a Estados Unidos como un actor clave en la reconfiguración de Medio Oriente. La mención de Irán también resalta las tensiones persistentes en la región, donde los intereses de múltiples potencias chocan.
La economía siria, devastada por más de una década de conflicto, podría beneficiarse del levantamiento de sanciones, según expertos. Sin embargo, el camino hacia la estabilidad está lleno de desafíos. El gobierno de transición enfrenta la tarea de unificar a un país fracturado, combatir la presencia de grupos extremistas y lidiar con la influencia de actores externos como Turquía y Rusia. La decisión de Trump, aunque audaz, será solo un primer paso en un proceso complejo.
Para los sirios, que han soportado años de represión y violencia, la noticia representa una chispa de esperanza, pero también incertidumbre. La comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollará esta nueva etapa en Siria, mientras Trump posiciona a Estados Unidos como un jugador determinante en el futuro de la región. Por ahora, el mundo espera los resultados de las reuniones diplomáticas anunciadas y el impacto real de esta histórica decisión.

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Trump da un giro histórico al anunciar el fin de las sanciones a Siria tras la caída de Al Assad
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